[1] En esta revista se publicaron además algunos textos hasta entonces inéditos del poeta Nicanor Parra, entre ellos el poema «Un hombre» y algunos de sus primeros «artefactos»,[1] así como textos de otros reconocidos escritores, tales como Gabriela Mistral, Julio Cortázar, Rubén Darío, Gonzalo Rojas, José Lezama Lima, Jorge Teillier y Alfonso Alcalde.
En este número se publicó por primera vez su declaración de principios como revista y grupo literario.
Para este número, desde su casa de La Reina, el poeta Nicanor Parra le otorgó personalmente a Quezada su antipoema inédito «Un hombre», el cual sería publicado al año siguiente en su antología Obra gruesa (1969).
En la misma reunión, Parra también le facilitó ocho de sus primeros «artefactos», escritos por su puño y letra.
[2] El penúltimo número incluyó textos de escritores ya consagrados como Gabriela Mistral, Gonzalo Rojas, Nicanor Parra, Rubén Darío y Julio Cortázar.
A este ensayo le siguen poemas de diversos poetas chilenos: Gonzalo Millán («Reversos»), Floridor Pérez («Poemario en tres actos»), Waldo Rojas («Ventana»), Jaime Quezada («Jonás redimido»), Hernán Lavín Cerda («Lo juro»), Omar Lara («Gestos») y Edgardo Jiménez («Desvaríos»), y muy especialmente Nicanor Parra, de quien se incluyen diversos textos inéditos: sus «artefactos» titulados «Esperando micro», «Endecasílabo», «Los tres ladrones», «El anciano difícil», «Aviso», «Advertencia», «Hijo» y «Vals interruptus», además de su antipoema «Un hombre».
[1] La revista adquirió notoriedad en la prensa gracias a la excelente crítica realizada por Ignacio Valente al antipoema «Un hombre».