Jorge Teillier

Dijo Teillier: «No recuerdo haber intentado escribir poema alguno hasta los doce años de edad.

La poesía me parecía algo perteneciente a otro mundo y prefería leer en prosa.

Fue a los 16, en la ciudad de Victoria, donde escribió, su "primer poema verdadero", esto quiere decir —explica Teillier—, "el primero que vi, con incomparable sorpresa, como escrito por otro".

[4]​ Gran parte de los poemas que componen su primer libro, Para ángeles y gorriones (1956), nacieron "sobre el pupitre del liceo".

[4]​ En 1953, con 18 años de edad, Teillier emprendió viaje a Santiago para cursar estudios superiores: ingresa en el Instituto Pedagógico a estudiar Historia, haciendo latente su constante vocación por rescatar la tradición, y con ella alimentar su creación poética.

En 1955 se casa con Sybila Arredondo, chilena que luego contraería matrimonio con el escritor peruano José María Arguedas.

[5]​ De la breve unión Teillier-Arredondo nacieron dos hijos: Carolina y Sebastián[6]​ En dicho contexto, Teillier conocerá a muchos autores de la generación del 50 y 80, como a los poetas Francisco Véjar, Braulio Arenas, Rolando Cárdenas, Enrique Lihn o el novelista Enrique Lafourcade.

Ninguna poesía ha calmado el hambre o remediado una injusticia social, pero su belleza puede ayudar a sobrevivir contra todas las miserias.

Porque no importa ser buen o mal poeta, escribir buenos malos versos, sino transformarse en poeta, superar la avería de lo cotidiano, luchar contra el universo que se deshace, no aceptar los valores que no sean poéticos, seguir escuchando el ruiseñor de Keats, que da alegría para siempre[4]​Terminada la universidad, ejerció la docencia en el Liceo de Lautaro.

En 1963 fundó y dirigió (hasta 1965), junto con Jorge Vélez, la revista de poesía Orfeo.

Si bien simpatizaba con ideas de izquierda y con Salvador Allende, Jorge Teillier se mantuvo ajeno a vinculaciones con el poder político.

[1]​ La poesía lárica o de los lares, es decir, del origen o de la frontera, corresponde a la ética y estética que fundó Jorge Teillier y que transmitió en toda su obra.

A través de una escritura usualmente sencilla, propuso el retorno hacia una Edad de Oro en la que el hablante lírico y el lector podrían acceder a un mundo más puro y más feliz, “un mundo mejor”, como el propio poeta diría.

Mural de Jorge Teillier, en comuna de Ñuñoa
Residencia de Jorge Teillier en la comuna de Lautaro .