Alfonso Alcalde

Conozco mi país de la cabeza a los pies (dirigí la colección Nosotros los Chilenos de Quimantú) y su pueblo compartiendo vidas, dolores, trabajos, masacres, alegrías y resucitamientos».

Me instalaba en un auto muy tieso, con el difunto sentado a mi lado, muy maquilladito para no despertar sospechas, y cruzábamos el peligro (...) al otro lado teníamos listo el ataúd y el nuevo maquillaje».

Primero residió en Bucarest, Rumanía, donde se relacionó con otros poetas expatriados chilenos: Omar Lara, Sergio Badilla Castillo, y Tito Valenzuela; luego en un kibutz en Israel y finalmente en Ibiza, España, antes de regresar a Chile.

Sus restos descansan en el cementerio municipal de Tomé, frente al mar.

Pero al destruir ese libro contraje el compromiso de empezar a escribir Panorama, un poema épico en cuatro tomos».

Ese debe ser el libro más amargo que he escrito.

Creo que habíamos idealizado ciertas situaciones de orden teórico y fue difícil aceptar la realidad.

[3]​ Retornó a Chile en 1979, donde se desempeñó como periodista en varios medios y escribió para revistas.

Escribió por encargo la autobiografía del conductor de televisión «Don Francisco», Mario Kreutzberger.