Con el tiempo, sin embargo, se volvería deísta e incluso vegetariano, algo que incluso llegó a justificar por escrito, y algunas de sus obras irán a parar al Índice de libros prohibidos del Vaticano.
[1] Por entonces ya era legitimista, y en ese mismo año, quizá para librarse de la depresión, contrajo matrimonio con la inglesa Mary Ann Elisa Birch.
En 1832 visitó Grecia y el Líbano e, imitando a su maestro François-René de Chateaubriand, peregrinó al Santo Sepulcro en Jerusalén para fortalecer sus convicciones religiosas, pero en el ínterin falleció su hija Julia y escribió en su memoria el poema Getsemaní o La muerte de Julia, que luego incorporó a su Viaje al Oriente.
Como narrador, Raphaël (1849) y Graziella (1852) recogen sus vivencias personales, así como otros escritos más declaradamente autobiográficos; en general se admiraba su prosa, pero los caracteres femeninos de sus obras le parecían a Flaubert meros fantoches.
Además su oda "Les Préludes / Los preludios", perteneciente a sus Nouvelles Méditations poétiques, inspiró en parte el grandioso poema sinfónico homónimo de Franz Liszt; menos conocidas son las adaptaciones musicales de otros poemas suyos realizadas por Georges Bizet, Édouard Lalo, Hector Berlioz y Charles Gounod.
[2] Los temas de su poesía puramente lírica son cuatro: el amor, la melancolía, la naturaleza y la fe.
En cuanto a su poesía épica y filosófica, resulta un poco más impostada que la meramente lírica.
En Jocelyn poema narrativo ambientado en la época revolucionaria, refleja en nueve épocas la epopeya de la redención por el sacrificio y tuvo un gran éxito popular; se inspira tal vez en un personaje real que conoció en su adolescencia, el abate Dumont.
Es una epopeya metafísica en la que el ángel Cédar es reducido a esclavitud por la hermosa Daïda.
Sin embargo su lirismo aparecía avejentado, impostado, vacuo y desigual ante los escritores franceses de la posteridad.