François Fénelon

La influencia literaria de esta novela política fue considerable durante los dos siglos siguientes.

Fénelon inmediatamente declaró que él estaba sometido a la autoridad del Papa y que dejaba de lado su propia opinión para aceptar el juicio de Roma.

En sus años activos, Fénelon se había opuesto a Bossuet, posteriormente cayó en desgracia, ya que la obra de Fénelon antes mencionada fue considerada tendenciosa a favor del quietismo.

Por entonces, se acerca al círculo social de Bossuet, y su palabra gana influencia en el episcopado francés.

Así, cae en gracia con Madame Guyon, mujer mística y piadosa, que lo impresiona profundamente cuando se empiezan a tratar durante 1688-1689.

Fénelon le enseña al pequeño duque en gran manera todas las verdades de un buen cristiano y de un príncipe, e inspira en su corazón un afecto por su preceptor que durará por siempre.

Así, obtiene una posición influyente en la corte real, que de seguro fue decisiva para su admisión en 1693 en la Academia Francesa.

Como se ha señalado, siendo Fénelon preceptor del nieto de Luis XIV, escribió en 1694 una carta al rey.

[…] On a rendu votre nom odieux, et toute la nation française insupportable à tous nos voisins.

Par conséquent vous avez détruit la moitié des forces réelles du dedans de votre Etat, pour faire et pour défendre de vaines conquêtes au dehors.

La France entière n'est plus qu'un grand hôpital désolé et sans provision.

Francia entera no es más que un gran hospital desolado y desprovisto.

Sois, al contrario, vos a quien Dios solo ha puesto en el mundo para vuestro pueblo.