Con este objetivo se realizó un concurso en el que intervinieron tres proyectos, triunfando, en 1855, el perteneciente al ingeniero inglés Edward Taylor (1801-1868), quien fue un gran arquitecto, ingeniero y proyectista de origen inglés, que se radicó en la República Argentina a mediados del siglo XIX[1] La construcción se inauguró dos años después, y fue conocida como la Aduana Nueva (o también " Aduana de Taylor", en referencia a su autor), para distinguirla de la antigua aduana colonial que estuvo emplazada en una vieja casona de la actual Avenida Belgrano.
Del centro del cuerpo salía un espigón de madera, que se internaba 300 m en el río, acondicionado posteriormente como muelle para pasajeros, aun cuando tenía un servicio de zorras para bajar las cargas.
La Aduana tenía 51 almacenes para depósitos de mercaderías abovedados y rodeados exteriormente por las galerías.
La obra ingenieril fue completada con rampas laterales curvas que unían la plaza de Mayo con el Paseo de Julio, y con un también monumental edificio sobre la calle Victoria (actual Hipólito Yrigoyen), entre las actuales Paseo Colón y Balcarce, más apegado a los breviarios estilísticos italianos.
Este anexo era el de Rentas Nacionales y fue también hecho por Taylor entre 1858 y 1860, pero fue transformado al poco tiempo en depósito sur de la Aduana pues apenas se inauguró el edificio semicircular, ya estaba quedando chico.
Para acceder, pasando por un enorme hueco paralelo a la calle Hipólito Yrigoyen se hicieron extrañas escaleras colgantes, casi puentes levadizos.
Había incluido un muro o malecón que protegiera al edificio del fuerte oleaje durante las sudestadas.
También parte del primer pavimento de Buenos Aires, formado por asfalto y arrabio.
Además se halló la escalera del antiguo Fuerte, hornacinas, alacenas, salamandras, y otros variados objetos.
El público puede acceder al patio ingresando al Museo Casa Rosada (ex Museo del Bicentenario), situado en la parte trasera de la Casa Rosada (calle Hipólito Yrigoyen y Paseo Colón).
En su interior, entre otras cosas, alberga el mural “Ejercicio plástico” del artista mexicano David Alfaro Siqueiros.