Abdicación de Pedro I de Brasil

[1]​ Este Consejo de Estado puso en práctica el poder moderador instituido por Pedro I al disolver la Asamblea Constituyente.

En Brasil aparecieron periódicos como la Aurora Fluminense en Río de Janeiro que se oponían fuertemente al ministerio conservador impuesto por Pedro I.

[3]​ Evaristo da Veiga escribió en Aurora: "Si la voluntad del pueblo es dominada por el terror, nuestra libertad será necesariamente reducida a una mera sombra".

En São Paulo Libero Badaró dirigía el periódico O Observador Constitucional donde protestaba contra las autoridades, muchas de las cuales seguían siendo portuguesas.

[3]​ Buscando minimizar los ánimos liberales, el emperador emprendió un viaje a Minas Gerais para atender una agitación liderada por Bernardo Pereira de Vasconcelos pero fue recibido con frialdad.

En un último intento de componer un nuevo gabinete, esta vez acorde con los deseos populares, buscó al senador Vergueiro pero no lo pudo ubicar.

Pocos días después de embarcar, el ex monarca se trasladó con su esposa a la fragata Volage, mientras que doña María le siguió en la corbeta francesa La Seine, partiendo ambas hacia Europa.

Como tutor del futuro emperador, el monarca dejó a José Bonifácio, con quien se había reconciliado poco antes.

Además del documento de abdicación, el emperador también escribió una carta de despedida.
Reproducción de la carta de abdicación
Reproducción de la carta de abdicación
Pedro I entrega la carta al comandante Frías
La fragata Volage , que llevó a Pedro I y a Amelia de vuelta a Europa en 1831. Grabado del buque en la toma de Adén , en Yemen , en 1839.