[1] Este capítulo fue escrito originalmente en el idioma hebreo y está dividido en 40 versículos.
[5] También existe una traducción al griego koiné conocida como la Septuaginta, realizada en los últimos siglos a. C. Entre los manuscritos antiguos existentes de la versión de la Septuaginta se encuentran el Códice Vaticano (B;
B; siglo IV) y el Códice Alejandrino (A;
[4] Comienza con la caída de Saúl para vincular teológicamente toda la exposición con el exilio babilónico al final.
[4] El Cronista evita nombrar dioses extranjeros, con pocas excepciones, como Dagón.