El término "Grand Tour" apareció escrito por primera vez en 1670, en la obra Voyage d'Italie (El viaje a Italia) de Richard Lassels, en la que hace referencia al viaje por Europa que realizaban jóvenes aristócratas, principalmente británicos, como parte de su educación.
Fue además un fenómeno que, sin duda, influyó a diversos artistas y escritores del periodo.
[1] Las actuales influencias culturales han hecho que el Grand Tour sea conocido sobre todo gracias a la literatura inglesa.
[2] Su valor primario residía en el acceso tanto al arte clásico y renacentista como a la sociedad aristocrática (considerada de moda) del continente europeo.
Paralelamente, surgió una moda parecida en otras naciones de Europa como Alemania o los Países Bajos; en las naciones católicas el Grand Tour se reservaba a los círculos ilustrados más selectos, pero la costumbre de hacerlo no estaba tan extendida.
No obstante, también había quien viajaba en barco directamente a Italia, para luego regresar por tierra.
Roma atraía a un gran número de jóvenes con aspiraciones artísticas, considerándola una visita obligada.
Aunque el Grand Tour fue popularizado por los viajeros ingleses, éstos no eran los únicos que lo realizaban.
Las visitas a Italia eran cosa común para los jóvenes alemanes, franceses, españoles y suecos de buena posición.
Con esto se trataba de refrenar sus posibles excesos y controlar su instrucción durante el viaje.