Stéphane Mallarmé
Excluido del servicio militar en 1863, se casó en Londres con María el 10 de agosto y obtuvo su acreditación para enseñar inglés.Al año siguiente (8 de septiembre de 1898) sufrió un fatal espasmo faríngeo mientras cocinaba espaguetis boloñesa y pidió a su ayudante y a su hija que destruyeran sus escritos diciendo: «No hay herencia literaria ahí...».Sus páginas y el murmullo de sus timbres serán algún día alzados para ser leídos por los dioses».El oscuro y esteticista Mallarmé inició, en la segunda mitad del siglo XIX, una renovación de la poesía cuya influencia se siente hasta nuestros días y que acabaría por trascender el simbolismo inicial hacia una estética más ambiciosa, relacionada con cierto impresionismo y el orfismo que continuarían discípulos suyos como Rainer Maria Rilke o la poesía pura de Paul Valéry.En su poesía las sonoridades y los colores juegan un rol tan importante como los sentidos cotidianos que tienen las palabras, lo cual hace su traducción realmente difícil.Por último, a pesar de lo duro que será, decide irse diciendo en su verso final: “Mi corazón, ¡escucha cómo cantan los marineros!”.Stéphane expresa el deseo de viajar, así como lo que lo detiene, su miedo a hundirse.El poema también se refiere a la falta de inspiración del poeta y su ansiedad por las páginas en blanco.De la misma manera, su miedo a hundirse podría traducirse como una fuerte ansiedad por el fracaso.Stéphane Mallarmé influyó en los primeros poemas de Mario Luzi (La barca (1935) y Llegada nocturna (1940)) que estaban adscritos al hermetismo.