Poirot ha sido interpretado tanto en la televisión como en el cine por varios actores, como Albert Finney, David Suchet, Peter Ustinov, Ian Holm, Tony Randall, Alfred Molina y Kenneth Branagh.
En El testigo mudo, relata historias de su madre anciana e inválida como un pretexto para investigar a las enfermeras locales.
En este cuento, Poirot mueve sus pastillas fuera de su propio alcance posiblemente por culpabilidad.
Sus últimas palabras son «Cher ami!», dichas a Hastings mientras el capitán sale del cuarto.
Poirot impresiona a todo el mundo con la «utilización de sus células grises» para resolver los casos más complicados que se le presentan.
Según asegura en muchas oportunidades, su bigote es el mejor de Inglaterra aunque, en la novela Cartas sobre la mesa, acepta que tal vez pueda compararlo con el de míster Shaitana, un multimillonario que resultaría asesinado.
En El asesinato de Roger Ackroyd, publicado en 1926, el doctor Sheppard, quien narra esta historia, piensa cuando lo conoce, que se trata de un peluquero retirado, a juzgar por su pomposo bigote y sus modales remilgados.
Venera la simetría, la limpieza, las comodidades, la calefacción central y la línea recta: en su apartamento no existen muebles ni adornos de líneas curvas.
Aunque se asegura que su inglés sea perfecto, cuando está nervioso comete fallos gramaticales, algunos detectados y corregidos por su fiel amigo Hastings.
Como una prima donna, Poirot está siempre anunciando su inminente retiro: planea irse al campo y dedicarse a cultivar calabacines (en El asesinato de Roger Ackroyd finalmente lo hace, pero, ante la aparición de un nuevo caso, lo deja inmediatamente).
En muchas novelas, aparece sosteniendo una gran rivalidad con un policía de la Sûreté, Giraud, acostumbrado a la metodología «más moderna», e incluso en Asesinato en el campo de golf, llega a apostar, poniendo como garantía su preciado bigote, quién resolverá primero el caso.
Poirot apareció en la primera novela que publicó Agatha Christie, El misterioso caso de Styles.
La habitación, que ocupó en ese hotel, constituye hoy un pequeño museo de la autora.
Incluso contó con su propia serie de televisión: Agatha Christie: Poirot (1989), protagonizada por el actor británico David Suchet, que alcanzó trece temporadas.