Pero como historiador John Keep escribiría posteriormente “Andréi ha ido aún más lejos, al no sólo haber escrito sobre la historia, sino al haberse asegurado un lugar en ella.”[2][3] El padre de Andréi desarrollaría una afección cardíaca crónica, que haría que requiriese constantes cuidados.
Tanto era así que fue expulsado cuando solo le faltaba un año para graduarse de ella.
[2] En 1963 Amalrik disgustó a sus profesores con una disertación en la que sugería que habían sido los guerreros escandinavos y los comerciantes griegos, más que los eslavos, quienes habían desempeñado un rol central en la creación y el desarrollo de la Rus de Kiev (embrión del Estado ruso), en el siglo IX de la era cristiana.
[2] Esas obras y su interés en el arte moderno no figurativo (en desmedro del realismo socialista soviético) le costaron su primer arresto en mayo de 1965.
[3] Andréi Amalrik es especialmente recordado en Occidente por su notable, provocador y en cierto modo premonitorio ensayo ¿Sobrevivirá la Unión Soviética hasta 1984?, el cual fue publicado originalmente en 1970.
Asimismo presagia una hipotética guerra desastrosa contra la China comunista de Mao Zedong (Mao Tse-tung), país del que la URSS se había distanciado ideológicamente a comienzos de la década de 1960 y con el que llegó a tener enfrentamientos armados fronterizos en 1969 (justamente el año en el que Amalrik estaba escribiendo su ensayo).
[7] A medida que el año 1984 estaba cada vez más cerca, Amalrik revisó su estimación, pero aún predecía que la Unión Soviética finalmente colapsaría[1] Las predicciones de Amalrik acerca de un inminente colapso soviético fueron rechazadas por la inmensa mayoría, si no todos, los principales especialistas occidentales en la Unión Soviética.
Por ejemplo, en 1983 (cuando ya se estaba por llegar al año de su predicción) Stephen F. Cohen, quien por entonces era profesor en la tradicional Universidad de Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos) describió al sistema político-económico soviético como “remarcadamente estable”.
[9] Sin embargo, luego del colapso de la Unión Soviética, en 1993 la revista británica The Economist citó cifras que estimaciones de PNBs que eran significativamente menores a las brindadas por el Atlas del Banco Mundial (World Bank Atlas) durante el año anterior.
Por haber “difamado al Estado soviético” Amalrik sería inevitablemente arrestado en noviembre de 1970.
[3] y sería condenado a cumplir tres años en un campo de trabajos forzados en Kolymá.
Pero como de hecho ellos no eran refuseniks, se negaron a aceptar esa proposición.
Esta vez, el capitán de policía involucrado en su detención le comentó a su esposa que esta vez había sido detenido por no tener permiso legal para residir en Moscú, por lo que podía ser multado o enfrentar hasta un año de prisión por violar las disposiciones soviéticas acerca de los “pasaportes internos” (las propiskas).
[1][2] En sus primeros tiempos como exiliado, trabajó en la neerlandesa Universidad de Utrecht, para luego mudarse a los Estados Unidos para seguir estudiando y brindar conferencias sobre la URSS y su experiencia como antiguo disidente soviético.
Sin embargo, su desde entonces viuda Gyuzel y los otros dos pasajeros solo recibieron heridas menores.