Kolimá (del ruso: Колыма́) [kəlɨˈma]) es una región histórica y geográfica situada al noreste de Rusia, en lo que popularmente era conocido como Siberia o más exactamente en el Extremo Oriente de Rusia.
La región, parte de la cual se encuentra en el círculo polar ártico, está cubierta en su mayoría por la tundra y el permafrost.
Kolimá es muy diferente de otras regiones asiáticas, y lo es en tantos aspectos, que se puede considerar metafóricamente como un mundo aparte.
Los ciudadanos de la Unión Soviética temían a Kolimá más que a ninguna otra región del Archipiélago de Gulag: Kolymá znáchit smert («Kolimá significa muerte»), se decía en la época.
Mucho antes de que este territorio ignorado fuera conocido como el «horno crematorio blanco o el país de la muerte blanca», algunos exploradores rusos, cazadores y aventureros ya habían informado.
Dos factores habían mantenido los pioneros rusos fuera de la región: su severo clima y el aislamiento geográfico.
Estos factores combinados crearon una sólida barrera que retrasó el redescubrimiento de Kolymá hasta principios del siglo XX.
Bajo su dirección, Kolimá se convirtió en la nueva frontera de la Unión Soviética.
Esta pequeña localidad de pescadores se desarrolló rápidamente en una activa colonia penitenciaria.
Por consiguiente, Magadán, que contaba sólo con 165 casas en 1935, se convirtió en medio siglo en una ciudad de 165 000 habitantes.