Hiyab

Muy a menudo, el hiyab es utilizado en países musulmanes, como un símbolo de modestia y privacidad.

El Corán dice: «decirle a los hombres creyentes que bajen la mirada (en presencia de las mujeres), esto es más puro para ellos», aparte de vestirse modestamente como ordena el Islam, y para las mujeres: «di a las creyentes que pongan su jumur sobre sus pechos».

Aunque actualmente se fundamenta su uso en el islam, no es algo específicamente islámico: en muchas partes del mundo las mujeres cubren la mayor parte de su cuerpo, incluida la cabeza, por razones análogas a las esgrimidas por los musulmanes, y en la totalidad del Mediterráneo ha sido práctica frecuente hasta tiempos cercanos.

La situación de las mujeres en Arabia sufrió un importante cambio en época no muy anterior al surgimiento del islam.

Desde tiempos antiguos, al parecer, las mujeres árabes gozaban globalmente de una posición fuerte: podían repudiar a sus maridos sin que estos tuvieran un derecho análogo, tener relaciones sexuales libremente, etc.

Sin embargo, la situación fue revirtiéndose paulatinamente de modo que, en la época de Mahoma, la sociedad árabe había llegado a ser un patriarcado absoluto donde las mujeres tenían pocos derechos: los hombres podían casarse con cuantas mujeres quisieran y repudiarlas a voluntad sin compensación alguna.

El nuevo hiyab, del que se hablará más adelante, recupera en parte este sentido primigenio.

Sin embargo, ninguno de estos alude específicamente a cubrirse la cabeza o la cara.

(Corán, 33, 59).La palabra que aquí se suele traducir por «velos» es en realidad ŷalābīb, es decir, chilabas o túnicas.

[cita requerida] El atuendo femenino en general, así como la cuestión de cubrir la cabeza o la cara en particular, es muy variable en las distintas sociedades de religión musulmana, y hay diferencias relacionadas también con el ámbito rural o urbano, la clase social, etc.

Tras siglos de inmovilismo y aislamiento, el mundo islámico parece despertar e intenta inaugurar una nueva era que mira al mismo tiempo hacia Europa, su tecnología, sus valores ilustrados, etc., y hacia el pasado esplendoroso de la civilización araboislámica, con su intensa actividad artística, científica e intelectual.

En 1899 el escritor modernista Qasim Amin publica un famoso libro, Tahrīr al-mar'a' (la liberación de la mujer).

Es la chispa que incendia la pradera: mujeres desveladas se manifestarán en adelante por las calles de la capital egipcia reclamando su lugar en la vida pública, suscitando tanto el escándalo como la simpatía.

En Argelia, el Haik blanco todavía se usa a diario (especialmente para las mujeres mayores y en las ciudades del interior).

Esta prenda también se extendió a otras regencias otomanas en el norte de África, como Túnez.5, así como en Marruecos6.

Las mujeres de esa generación se seguirán cubriendo la cabeza con la capucha de la chilaba y el rostro con el pañuelo blanco, pero en las décadas siguientes se generalizarán la cabeza descubierta y los atavíos europeos entre las clases medias.

El islamismo no pretende un retorno a los modos de vida tradicionales, sino una organización social moderna pero basada no en ideas que considera importadas de Occidente, sino en el propio acervo cultural islámico.

Este velo no es tradicional, sino una prenda de nueva creación que pronto se extenderá por las poblaciones urbanas.

Al igual que sucedió con la desaparición del hiyab en las décadas anteriores, serán las jóvenes urbanas de clase media (a menudo universitarias) las primeras en adoptar las nuevas vestimentas.

El velo, sin embargo, puede llevarse con este o cualquier otro atuendo (incluidos los occidentales tipo pantalones vaqueros, etc.).

Sin embargo, el fenómeno del velo es difícilmente aprehensible: su significado varía enormemente según los países, las clases sociales e incluso las personas.

Tampoco es necesariamente una imposición familiar, como a veces se ha dicho: es frecuente en una misma familia seguir el rastro del uso del hiyab a través de las generaciones: la abuela con el vestido tradicional, la madre vestida al modo europeo y la hija con el velo (a menudo son las hijas las que introducen la moda del velo en sus hogares, haciendo que lo adopten la madre y la abuela).

Naturalmente, la analogía no es del todo exacta, ya que el velo, frente a la estética contracultural, se ha convertido en exponente de lo moralmente correcto y existe por tanto cierta obligación social, mayor o menor según las zonas.

En muchos otros es asimismo un signo de reivindicación femenina, y ahí entronca con el significado más antiguo del hiyab: mostrar que no se es una mujer objeto (se puede comparar con cierta estética surgida del feminismo en Occidente, con prendas largas y holgadas destinadas igualmente a sustraer el cuerpo a la mirada masculina).

Diferentes tipos de velos islámicos o hiyab: las tres de la izquierda llevan uno de estilo genérico y la de la derecha un niqab .
Mujeres con chador comprando en el bazar de Shiraz
Mujeres con chador comprando en el bazar de Shiraz ( Irán ).
Los tipos de ropa usada por religiosos musulmanes chiitas en la gran región de Irán .
Niña iraquí con un moderno velo islámico
Una tunecina con velo islámico
Una mujer marroquí con el atuendo urbano tradicional: chilaba y litam (pañuelo que cubre el rostro). En la actualidad es un atuendo propio de personas de edad.
El nuevo hiyab.
Mujer con chador en Irán. Esta prenda, icono e imposición de la Revolución iraní , se diferencia del velo más extendido en que cubre casi todo el cuerpo y en su color invariablemente negro.