Esfera pública

La existencia de la esfera pública se considera una precondición para el desarrollo democrático.

[1]​ Habermas sostiene que la sociedad burguesa cultivó y confirmó estos criterios.

La interacción social hace parte de este gran tema donde la socialización hace al individuo, donde su crítica hace un papel importante en esta interacción social, allí es donde se empieza a hacer un intercambio de elementos como la lingüística, la cultura entre otros elementos.

En el espacio público moderno capitalista, los ciudadanos comunes no pueden convertirse en interlocutores directos.

En este sistema cobran relevancia las instituciones políticas y los medios de comunicación.

La vida cotidiana es el trasfondo para la comunicación lingüística además de ser el horizonte normativo, en el cual los agentes comunicativos se mueven.

También es la esfera de la actuación del sujeto donde su voluntad y crítica pueden cobrar validez.

Por otro lado, la esfera pública actúa como un “dique” que resguarda legitimidad y autonomía en la vida cotidiana, pero no avanza necesariamente contra el sistema ni busca un orden social superior para someterlo o transformarlo.

Se suele considerar que los actores principales son: Los políticos, los periodistas y la opinión pública a través de sondeos.

[2]​ En las sociedades contemporáneas caracterizadas en mayor o menor medida por la diversidad, no es posible pensar en un único interés.

La comunicación en Internet ha contribuido a diversificar las opciones para el consumo y a abrir espacios de producción sin intermediarios, pero eso no implica, que haya una interacción y diálogo entre diferentes sectores con puntos de vista distintos.

Ejemplos de esferas contra-pública el movimiento feminista, Attac y el proyecto Luther Blissett.

Sin embargo con Internet se ha expandido el espacio público para abrirse paso a los ciudadanos comunes de incluso otra nacionalidad.

De igual forma la supuesta libertad del Internet como esfera pública ha estado sujeta a escepticismo, ya que la esencia libre del Internet promete la libre divulgación pero también la exposición total de los individuos que exponen su ideología, por lo que se está sujeto a la mirada y monitorización de cualquier persona y organización privada o gubernamental.

Este aspecto hace que se pierda la premisa principal de la naturaleza del concepto de esfera pública, ya que las ideas no son expuestas con libertad por miedo a la represión.

Ciudadanos de Francia contra las armas nucleares