Yacimiento arqueológico Cova Foradada (Calafell)

[1]​ Se trata de una pequeña cueva en un afloramiento calcáreo, erosionado y redondeado por el efecto del agua.

Su nombre, Foradada, se debe a la forma circular y redondeada de su entrada superior.

A partir del año 2015, la excavación ha sido codirigida por A. Cebrià i Juan Ignacio Morales.

Además, la presencia de algunos restos descontextualizados muestran que la cueva también fue utilizada durante la primera Edad del Hierro.

14 m², donde una plataforma ascendente de travertino conduce a otra entrada más pequeña.

De arriba abajo son las siguientes:[2]​ 1-Secuencia litoestratigráfica del Holoceno: comprende las Unidades I y II.

Está distribuida irregularmente por toda la sala de la excavación debido a que los procesos erosivos afectaron las subunidades superiores.

En la parte superior se encuentra el nivel arqueológico IIIn asociado con el Gravetiense temprano.

Contiene abundantes carbones vegetales, estructuras de combustión y piedras rojizas.

Aparece directamente bajo el nivel IIIc en las áreas centrales y sur de la excavación.

Sin embargo, los ataques fúngicos y raíces modernas se registraron más frecuentemente.

Teniendo en cuenta las patologías documentadas sobre el conjunto, destaca que los individuos del conjunto de inhumación colectiva no presentaban patologías severas, tenían un estilo de vida activo, así como una mala higiene bucal.

Mediante el estudio forense se concluyó que el traumatismo habría sido producido por detrás y posiblemente por un agresor diestro.

[5]​ Uno de ellos, un molar humano, se ha datado entre el año 7240-6960 AP, que comprende el Neolítico Cardial o Antiguo.

Otro fragmento parecería de forma ovoide por su curvatura, donde se puede ver una decoración cardial arrastrada.

(2011)[8]​ observaron que esta conducta fue común en la península ibérica y Francia, donde se reciclaron estos depósitos en el Neolítico más reciente y hasta la Edad de Bronce, encubriendo actividades funerarias previas.

Se tienen evidencias de cremaciones en cuevas en la zona del Panadés y cercanías.

Las lascas retocadas son el componente más significativo en el conjunto lítico de Cova Foradada, mayormente caracterizado por láminas y laminitas.

El nivel IV proporcionó un pequeño conjunto lítico en el que resaltaba la presencia casi exclusiva de herramientas chatelperronienses.

Este yacimiento representa la secuencia más meridional del Chatelperroniense y el Auriñaciense temprano documentada en Europa.

[2]​ En las diferentes intervenciones arqueológicas realizadas en Cova Foradada se recuperaron más de 2000 restos del Pleistoceno.

El segundo grupo taxonómico más numeroso corresponde a los mamíferos carnívoros, representados por ocho especies distintas.

Referente a los ungulados, se han documentado ciervos (Cervus elaphus), grandes bovinos (Bos / bison) y équidos (Equus sp.).

Otros taxones solo están representados ocasionalmente, pero han tenido importantes implicaciones en la interpretación de la Cova Foradada.

[2]​ Las grandes aves rapaces están representadas por restos del águila dorada (Aquila chrysaetos), el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el buitre común (Gyps fulvus) y  el milano real (Accipitridae cf.

Los resultados del estudio tafonómico y las interpretaciones culturales han sido publicados en la revista Science Advances.

Estos resultados apoyaron un indudable origen antrópico de las incisiones presentes en la pieza.

Todas las especies documentadas están relacionadas con el Mediterráneo, con la excepción de N. lapillus, que sugiere un origen atlántico.

En el nivel IV, junto a la falange de águila también se encontró un gasterópodo, Steromphala varia.

La concha ha perdido toda su coloración externa permitiendo que la superficie perlada subyacente destaque.

Archivo:Foradada 2) Eagle Bone.jpg
Vista dorsal, medial plantar y lateral de la falange de águila