Testudo hermanni

Se trata de reptiles herbívoros y diurnos que generalmente pueden alcanzar edades comparables a las de los humanos, y que se distribuyen desde la península ibérica, al oeste, hasta el límite sur del mar Negro, al este.[cita requerida] Es una especie paleártica que habita únicamente al sur de Europa.La región en que viven las tortugas mediterráneas se extiende desde España hasta Rumanía, incluyendo las grandes islas del mar Mediterráneo (Cerdeña, Córcega, Sicilia).Habitan en diferentes zonas de España, (Cataluña, Islas Baleares, Comunidad Valenciana), Francia, Italia, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Serbia, Montenegro, Albania, Macedonia del Norte, Bulgaria, Rumanía y Grecia.El epíteto específico hermanni es en honor del médico y naturalista francés Johann Hermann (1738-1800).Hasta hace pocos años, las dos subespecies reconocidas de la tortuga mediterránea eran clasificadas como: Testudo hermanni ssp.En general, T. hermanni presenta una división en dos partes del plastrón supracaudal, pero hay muchos ejemplares sin esta partición.En este refugio, cada población ha desarrollado diferencias más importantes debido a la deriva genética.El plastrón de las hembras y de los ejemplares jóvenes y subadultos es plano; el ángulo que forman las escamas anales del plastrón es mucho más grande en los machos, pero en las hembras, estas escamas son más altas.La escama supracaudal del macho está curvada en su parte baja, mientras que la de las hembras queda alineada con la espaldar.Son muy sensibles a las vibraciones de la tierra aunque no tengan un oído desarrollado.En estado natural, las tortugas se entierran a una profundidad entre la superficie del suelo y veinte centímetros.La hibernación es una fase metabólica vital por esta especie, y lo único que la puede impedir es una enfermedad u otra circunstancia debilitante.[7]​ Si, en cambio, se prefiere una hibernación controlada, hará falta poner la tortuga en un contenedor protegido de los roedores con una red metálica, lleno del mismo tipo de sustrato que se describe en el párrafo anterior.[7]​ Inmediatamente tras despertarse de la hibernación, el macho empieza el cortejo con un ritual que incluye seguir la hembra y morderle o golpearle el espaldar.El macho saca el pene, contenido dentro la cola gruesa, y emite el único sonido que hacen estos reptiles, de lo contrario mudos.[8]​ La hembra puede llegar a tardar cuatro años en concebir, pues puede conservar el semen en un órgano del oviducto.Las hembras de T. hermanni ponen huevos dos o tres veces al año, entre mayo y junio.La eclosión dura cuarenta y ocho horas, un periodo durante el cual el saco vitelino es absorbido totalmente.No se les debe dar nunca carne, leche, queso, comida para perros o gatos, huevos, pan, cítricos ni kiwis.Se les debe proporcionar plantas silvestres, como alfalfa, cardos, diente de león, plantago, trébol, milenrama, madreselva, romero, salvia y melisa, aunque normalmente rechazan las hierbas aromáticas.Hay muchos aficionados que también les dan higos chumbos y palas de chumbera (Opuntia sp.Se les puede ofrecer también col, espinacas, brócoli, lechuga, rúcula, siempre limpios de pesticidas.Es muy importante que la mayor parte del alimento sean plantas silvestres, pues las hortalizas contienen demasiadas proteínas.Se les puede dar pienso especial para tortugas terrestres mezclado con el resto de comida.La base de su alimentación son las plantas silvestres: alfalfa, cardos, diente de león, llantén, trébol, milenrama, madreselva, romero, salvia, melisa, la achicoria, los berros y los canónigos son vegetales aptos para alimentar a las tortugas gracias a su riqueza en calcio respecto del fósforo y por las fibras que contienen.Un síntoma evidente de mala alimentación es un espaldar con las escamas puntiagudas y estriadas en las suturas, un fenómeno conocido como piramidalización.En las sepulturas antiguas se han encontrado muchos caparazones u objetos hechos de caparazones; de los variados hallazgos se teoriza (aunque podrían ser intrusiones posteriores) que los etruscos ponían tortugas vivas dentro las tumbas.
T. h. hermanni macho.
T. h. boettgeri hembra.
Detalle angonal: T. h. boettgeri (izquierda) T. h. hercegovinensis (derecha).
T. h. peloponessica , espaldar y plastrón.
Funda córnea en el ápice de la cola de un joven macho de T. h. hermanni .
Raro ejemplar de T. h. hermanni con tubérculos córneos en los muslos.
Detalle de la uca y mejillas típicas de T. h. hermanni .
Hembra de T. h. hermanni 'Pugliese' de 115 años.
Hembra de T. h. hermanni 'Sarda'.
Estrías bajo la garganta en un ejemplar de T. h. hermanni 'Sarda'.
T. h. hermanni 'Varoise'.
T. h. hermanni 'Majorquina'
Macho (izquierda) y hembra (derecha).
Esqueleto.
Apareamiento.
Puesta de los huevos.
Eclosión del huevo.
El espaldar perfecto de una T. h. boettgeri de Bulgaria, con una coloración muy clara.
Maquia mediterránea.
Apolo con chelys hecha en el espaldar de una T. hermanni . Pintura en cerámica griega, aprox. 460 a. C.
Pintura de Paolo Porpora ( Nápoles 1617- Roma 1673); T. h. hermanni es un tema iconográfico recurrente en muchas de sus pinturas.