Pedro de Cevallos

Desembarcó con el infante Carlos en Nápoles, y marchó como teniente hacia el norte de Italia, regresando en 1739 a España.

Poco después, conquistaron para España el Ducado de Parma, e incluso por un tiempo ocuparon Milán.

Cevallos recorrió Corrientes y Santa Fe en camino de regreso a Buenos Aires.

[10]​ En septiembre de 1762 se iniciaba la campaña contra Colonia y Río Grande; puso sitio a Colonia, que se rindió el último día de octubre.

En enero del año siguiente rechazó un contrataque combinado de tropas portuguesas y británicas.

No obstante, tuvo el cuidado de devolver la ciudad con sus murallas destruidas, sin los cañones que las guarnecían, y poblando varias localidades muy cercanas para impedir el contrabando.

En 1771 realizó una misión diplomática en Francia; desde allí continuó camino hasta Parma, de donde regresó acompañando a la princesa María Luisa de Parma, que viajaba para contraer matrimonio con el príncipe Carlos, futuro Carlos IV.

El plan fue juzgado muy peligroso, pero la parte dedicada a las operaciones contra el Brasil, en cambio, fueron aprobadas.

En su informe, Cevallos solicitaba que no se pusieran esas tropas en manos del gobernador de Buenos Aires, Juan José de Vértiz, a quien consideraba excesivamente veterano; el rey ordenó entonces poner las tropas al mando de un general aún más antiguo, el propio Cevallos.

[15]​ El nuevo Virrey no se daría a conocer con ese cargo hasta después que la flota estuviera en alta mar.

[13]​[16]​ El día 20 de abril, Cevallos llegó a Montevideo y el exgobernador rioplatense Vértiz había iniciado el avance hacia San Pedro por orden de Cevallos, pero este le ordenó regresar hasta Santa Teresa.

Poco después, Cevallos se unió a Vértiz en Santa Teresa y marchó hacia Río Grande; la ofensiva fue detenida por una orden del rey Carlos del día 11 de junio, que el virrey recibió el 4 de septiembre.

Ricardo Levene considera a Cevallos uno de los grandes virreyes:[20]​ El historiador Enrique Barba destaca la penetración en el territorio bajo su mando, el estudio de los problemas que se presentaban y las medidas adoptadas durante su gobierno, que reactivaron el impulso del virreinato:[5]​

En su homenaje, Juan Baltasar Maciel publicó un poema titulado Canta un guaso en estilo campestre los triunfos del Excelentísimo Señor Don Pedro de Cevallos, que dio inicio a la literatura gauchesca.

Tumba de Pedro de Cevallos en el interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Escudo de Pedro de Cevallos .