Virgen Dolorosa (Medina de Rioseco)

La Virgen Dolorosa es una obra realizada hacia 1720 y atribuida a Tomás de Sierra.[2]​: 55–56  En este documento, elaborado por el escultor ante una probable muerte inminente debido a una enfermedad que padecía en aquel entonces, Juni solicitaba ser enterrado en la Iglesia de San Mateo, donde tenía sepultura en propiedad, siendo la tercera cláusula la que hizo a Agapito y Revilla atribuir erróneamente la Virgen Dolorosa al artista borgoñón: Agapito y Revilla cometió el error de identificar la Virgen Dolorosa con la «quinta angustia» que figura en el documento, en el que destaca la mención al pintor de la imagen, Martín de Fonseca, valioso colaborador del tallista que moriría supuestamente en Rioseco; debido a que Juni no policromaba sus tallas, solía buscar buenos profesionales con el fin de que la calidad artística de sus obras no se viese mermada.Por su parte, Juan José Martín González destacó la poderosa influencia de la Virgen vallisoletana entre numerosas imágenes pertenecientes a las cofradías castellano-leonesas y adjudicó también la obra inicialmente a Juni, aunque en 1959 rechazaría esta tesis para postular a Tomás de Sierra, maestro establecido en Medina de Rioseco que contó con un famoso taller y tuvo varios vástagos que ejercieron el oficio de escultor.[3]​ Esta intervención sería elogiada por García Chico, quien criticó con dureza la restauración precedente: «[...] torpemente restaurada en la ciudad Condal, dejándola en estado tan lamentable que más bien parecía una mala obra de cartón piedra recién salida del taller.[...] Por fortuna, en fecha reciente, el señor Novo, artista riosecano, ha llevado a efecto la restauración de tan preciada imagen, con cierto tacto y evidente maestría».[10]​: 48 El influjo del barroco motivó que se añadiesen una corona y un juego de cuchillos realizados en hierro que a finales del siglo xviii serían reemplazados por unos de plata.[11]​: 45  El encargo fue realizado por la hermandad con el fin de reemplazar la aureola anterior por otra más acorde a los gustos contemporáneos y que tuviese mayor presencia volumétrica.[12]​: 43 La aureola, muy similar al modelo enviado por el Taller de Platería Vda.Finalmente la Virgen Dolorosa pudo salir en procesión con la aureola y los cuchillos recién bañados en plata sin más inconveniente, aunque persistía la problemática de cómo conseguir los fondos necesarios para cubrir los gastos de la orfebrería.Naturalmente este estudio está calculado para hacer un trabajo digno, dentro del orden escultórico de la imagen».Finalmente las andas no llegarían a elaborarse tal y como consta en una carta enviada a Andrés Novo en la que se hace constar que «consultados los componentes de esta Hermandad, estos han manifestado no poder realizar nuestros deseos por carecer de fondos», empleándose las 5000 pesetas donadas por Fraga para costear parte de la aureola.La pierna derecha se halla casi extendida del todo mientras que la izquierda está flexionada y hacia atrás, gesto que provoca un pronunciado arqueamiento del tronco hacia el lado izquierdo, con el hombro de este lado claramente adelantado respecto al otro.A diferencia de la Virgen de Juni, la riosecana no tiene la mano hundida en el pecho, por lo que no se producen tantos pliegues como en la imagen vallisoletana, destacando alrededor siete cuchillos en referencia a los siete dolores.[19]​ Del mismo modo, la Virgen Dolorosa cuenta con una digitalización en 3D realizada por Sinecal Ibérica[20]​ además de tener varios poemas dedicados por José Miguel Nanclares Velázquez,[21]​: 69  José Antonio Pizarro,[22]​: 50–51  Nazario Brizuela Rodríguez,[23]​: 50  Jesús Pizarro Rodríguez[24]​: 50  y Godofredo Garabito Gregorio.
Virgen de las Angustias (c. 1561), por Juan de Juni. Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid.
Fotografía de la Virgen Dolorosa extraída del libro Valladolid: recuerdos, grandezas, historia y arte de la vieja corte de España (1939). En esta imagen pueden apreciarse ricos adornos en las cenefas que serían eliminados en 1960.