[5] Estuvo casado primero con Mencía de Vergara (muerta en 1524) y posteriormente con Antonia Rodríguez.
[9] En 1954 Diego Angulo Íñiguez en Ars Hispaniae (t. XII, p. 109) englobó en la denominación Maestro de Pozuelo las obras que Post le había atribuido más las que Gómez Moreno refería al Maestro de Toro, vueltos a separar en Summa Artis (vol XXIV, pp.
Emergió así un pintor, documentado progresivamente en Toledo,[11] Ávila, León y Valladolid, que terminó creando un taller en Toro.
Las figuras están bien proporcionadas, aunque de piernas algo cortas, salvo en el caso de Cristo, que a veces tiene piernas demasiado largas.
Característica suya es la rodilla flexionada, no simple contraposto, que a veces da sensación de cierta renquera.
Conoce bien la anatomía, pero la pinta con sobriedad, con detalles sacados del natural.
Las arquitecturas tienden a las formas rectas o semicirculares, reducidas a lo mínimo, de modelos renacentistas, aunque con detalles localistas (también en los paisajes y los muebles).