Si bien estas primeras denuncias condujeron a su despido, no se inició entonces ningún proceso judicial.
Fundó en Lohmar la Misión Privada Social ("Private Soziale Mission"), cuyos integrantes debían realizar duras labores agrícolas sin ser remunerados.
[7] Hay presentaciones más benevolentes que lo caracterizan como un enfermero en la Francia ocupada,[8] y habría llegado a Chile escapando de acusaciones por abuso sexual que la justicia alemana abrió contra él.
La inscripción legal se hizo a nombre de Hermann Schmidt y Rudolff Collen Frankowsky.
Sin embargo, los terrenos del fundo El Lavadero nunca pertenecieron legalmente a la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad, la que hacia 1966 estaba integrada por más de 230 personas.
Sin embargo, los esfuerzos propagandísticos de Schäfer se vieron una y otra vez oscurecidos por las denuncias de personas que sucesivamente protagonizaron fugas desde la colonia, logrando obtener asilo en Alemania.
[10] Al año siguiente, logró huir otro habitante de la Colonia, Heinz Kuhn, quien confirmó las denuncias realizadas previamente por Wolfgang Müller y aportó más datos sobre los abusos.
Este fundo, conocido corrientemente como Colonia Dignidad, se encuentra al interior de Parral, a las orillas del río Perquilauquén y el estero El Lavadero, cerca de Catillo.
Había cierto grado de colaboración del Bundesnachrichtendienst (servicio secreto alemán) con Colonia Dignidad, para cuya implementación se construyeron búnkeres, túneles, un hospital, radios, pistas de aterrizaje, así como se optó por la producción descentralizada de armamentos en módulos (una parte se producía en un lugar, otra parte en otra), todo lo cual fue revelado por el periodista John Dinges.
Este es un tema del que se prefiere no hablar, debido a los problemas que conlleva con Argentina: la idea era envenenar ríos, matar civiles, hacer guerra química y bacteriológica.
Incluso hubo un intento de producir una bomba atómica: Weisfeiler, el turista desaparecido en Dignidad,[14] tenía en la mochila un contador geiger para medir radiación.
Parte del plan original incluía armar los helicópteros con bombas de sarín.
Chile da un giro hacia la democracia en 1990, tras 17 años de dictadura, pero la colonia permanece inmutable.
Las denuncias sobre los abusos y vejaciones que se producen en el interior de la colonia aumentan.
[17] No obstante, la escuela y el hospital del enclave beneficiaban a las familias rurales, a través de servicios gratuitos de educación y salud para la comunidad.
Pero Honzik, quien falleció en 2003, no usaba su nombre real en los tratos con los jerarcas del enclave.
Jaime Guzmán los instruía y les daba charlas, lo hacía al estilo platónico, se paseaba por los campos dictando clases.
[28] También defendieron la labor de Colonia Dignidad los políticos Beltrán Urenda, Sergio Onofre Jarpa, Sergio Diez, Ignacio Pérez Walker, Sergio Romero, Francisco Prat, Mario Ríos, Hugo Ortiz de Filippi, Bruno Siebert, Arturo Alessandri, Ricardo Martin, Olga Feliú, Sergio Fernández, Santiago Sinclair, William Thayer, Carlos Bombal, Andrés Chadwick, Evelyn Matthei, Jaime Orpis, Juan Antonio Coloma, Andrés Allamand y Jorge Ulloa.
[36] En esta misma escritura, al enumerar los deslindes de estos cuatro predios a hipotecar, se mencionan las hijuelas colindantes y los nombre completos sus propietarios.
Por muchos años los diplomáticos alemanes habrían, en el mejor de los casos, «mirado hacia otro lado» y claramente sería muy poco lo realizado para proteger a sus conciudadanos.