Se enroló en el Regimiento de Patricios para combatir a las Invasiones Inglesas en 1806].
Se le confió la custodia del general enemigo William Carr Beresford en Luján, pero lo entregó a Saturnino Rodríguez Peña y Manuel Aniceto Padilla sin más garantía que su palabra, y estos lo pusieron en libertad.
Tuvo una activa participación en los hechos de la Anarquía del Año XX.
Poco después regresó a Buenos Aires, y desde entonces permaneció en la guarnición de la capital.
Tuvo una actuación destacada como intermediario entre Rosas y los visitantes que éste recibía.