Batalla de Puente de Márquez

[2]​ López respondió desgastando a su enemigo con su caballería, sin presentar batalla campal, y arrasando las tierras por donde sabían que pasarían los unitarios.

[27]​[28]​[29]​ Poco después, le llegaron noticias desalentadoras a Lavalle, el coronel Rauch había sido vencido y muerto y Estomba había enloquecido, quedándose sin fuerzas para luchar en la campaña contra los federalistas porteños.

Ante el peligro de perderlo todo, Lavalle se retiró a Buenos Aires.

Al mismo tiempo, el ataque unitario sería apoyado por una ofensiva paralela que realizaría Paz desde Córdoba.

[36]​ El entonces coronel unitario, Gregorio Aráoz de Lamadrid, sostenía en sus Memorias que su ejército apenas sumaba 700 hombres.

[41]​ Según el político y escritor porteño, Valentín Alsina, los unitarios no contaban con más de 1500 efectivos.

[37]​ Alsina afirma que los federales sumaban 8000,[48]​ sin embargo, Cervera es completamente crítico y señala que todo el ejército federal sólo podía sumar hasta 3000 hombres mal armados.

[50]​ Frías afirma que López, antes de unir sus fuerzas con Rosas, tenía apenas 1000 combatientes.

[53]​ El belga Teodoro Lacordaire, quien residía en Córdoba en esos momentos,[nota 7]​ afirmaba que 12 000 federales al mando de López y Rosas asediaban Buenos Aires mientras bandas de malechores delinquían en la campiña.

[nota 8]​ Entre toda esta gran fuerza de milicianos indisciplinados que constituía el Ejército Federal, se encontraron algunas unidades profesionales o semiprofesionales: 300 Dragones de la Independencia pertenecientes a las tropas santafesinas del brigadier López.

[8]​ Lavalle quería impedir el avance federal buscando un punto de fácil defensa, así que decidió atacar a su enemigo por sorpresa.

[33]​ Vadeó el curso fluvial en otro sector y venció en la otra orilla a algunos piquetes de gauchos enemigos.

En segunda línea estaba el batallón Cazadores de la Libertad con la artillería en ambos flancos.

[5]​ En cambio, Gutiérrez afirma que Lavalle había dejado dos regimientos como retaguardia y a los caballos de reserva en retaguardia y a la izquierda de su ejército para que no obstaculizar sus movimientos.

[66]​ Acorde a Gutiérrez, este primer choque se dio cuando la vanguardia federal, formada por indios aliados mandados por varios caciques, chocó con los unitarios; esta maniobra habría sido ordenada por López para ganar tiempo y organizar su primera línea de batalla.

[46]​ El combate fue encarnizado, los caciques cargaron ferozmente pero en cinco minutos Olavarría consiguió rodear la retaguardia de los indios y hacerlos buscar refugio, dejando 200 muertos.

Acostumbrados a vencer al primer choque, los coraceros se irritaron por la resistencia encontrada y el combate fue muy violento, que pronto se generalizó en toda la línea de batalla, pues López decidió enviar refuerzos y Lavalle siguió su ejemplo.

Los milicianos santafesinos y porteños empezaron a ceder mucho terreno, con enormes huecos en su línea, pero constantemente recibían refuerzos.

[67]​ Según el propio Lavalle, los regimientos 1.° y 16.° y su escolta cargaron directamente contra el cuerpo que mandaba personalmente López, formado por más de 1000 hombres, causándole 150 muertes, sin embargo, la unidad del coronel Anacleto Medina, inicialmente victoriosa, fue envuelta por un enemigo superior en número y forzada a huir, proceso en que arrastró a los Colorados a la fuga.

Podía seguir el combate, pero sus tropas se agotarían y el enemigo tenía muchas más para reemplazar las bajas: «empezó [Lavalle] a comprender que seguir la batalla sería sacrificar a sus tropas, sin otro provecho que matar mil hombres más al enemigo».

Lavalle los recibió a cañonazos y el ruido espantó a sus animales de repuesto, que huyeron en todas direcciones, desbaratando el cuadro;[65]​ Best afirma que fueron 3000 los equinos puestos en fuga.

Y perseguirlos ahora es obligarlos a seguir batallando mientras quede en pie el último de ellos.

[1]​ Según fuentes federales, las bajas de Lavalle alcanzaron los 150 muertos y heridos, incluyendo 9 oficiales fenecidos.

En cambio, afirman que sus propias pérdidas fueron apenas 11 fallecidos más 4 heridos leves y 2 graves.

[43]​ Por su parte, Rosas, cuya ascendencia sobre la gente de la campaña porteña había comenzado durante la anarquía del Año XX, tenía su liderazgo asegurado.

[83]​ También que López, el supuesto vencedor según su punto vista, envió una comitiva esa misma noche, mandada por su hermano Juan Pablo López, a negociar en Buenos Aires, lo que fue contestado por la exigencia de Lavalle de abandonar el territorio.

[85]​ El propio Lavalle reconoció: «La batalla de ayer ha sido gloriosa para nosotros, aunque sin resultados».

[87]​ Según el historiador Fermín Chávez, Puente de Márquez se consagró con Cepeda y Caseros como grandes victorias federales que impidieron la imposición de proyectos políticos unitarios en el país.

Cuando Rosas volvió de sus vigilancias en las inmediaciones fue informado que el propio Lavalle dormía en su lecho.