Oficial experto en tropas blindadas y en guerra con medios mecanizados, sirvió en las fuerzas móviles del Ejército Rojo desde antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.
[5] Debido a un empeoramiento de su enfermedad tuvo que pasar un tiempo en el hospital para recibir tratamiento y descansar.
[6] Debía realizar el avance decisivo con su 4.º Cuerpo Mecanizado desde el sur de Stalingrado hacia el noroeste, interceptar las líneas ferroviarias de comunicación por las que pasaban los suministros del 6.º Ejército alemán y entrar en conexión en dos días con las columnas blindadas soviéticas del Frente Suroeste en las cercanías de Kalach del Don y de esa manera cerrar el cerco sobre el 6.º Ejército y parte del 4.º Ejército Panzer alemanes.
El 17 de noviembre envió una carta directamente a Stalin donde le decía que las fuerzas disponibles no eran suficientes y que, por tanto, la operación estaba destinada al fracaso; Volski propuso posponer o incluso cancelar la ofensiva.
[9] Stalin discutió el contenido de la carta con el general Vasilevski, quien, muy sorprendido, rechazó las afirmaciones de Volski y confirmó que las tropas estaban listas y que tenía plena confianza en la victoria.
Sin embargo, después de una breve conversación telefónica con Stalin, Volski retiró rápidamente sus críticas y expresó su determinación de completar con éxito la misión que se le había encomendado.
En la noche del 20 de noviembre, Volski recibió la orden del mando del frente de seguir avanzando en la oscuridad para recuperar el tiempo perdido; el general se mostró inseguro y preocupado por posibles contraataques alemanes, pero al final cumplió las órdenes y sus unidades se movieron con cierta cautela durante la noche, llegando en la madrugada a la estación de Abganerovo donde interceptaron la importantísima línea ferroviaria que conectaba el 6.º Ejército alemán en Stalingrado con la retaguardia del frente alemán.
La primera información sobre algunas columnas que se aproximaban desde el noroeste era incierta y Volski decidió enviar vanguardias que comenzaron a lanzar con cautela cohetes de señalización verde para evitar errores de identificación y accidentes.
[19] Volski dirigió pérsonalmente su cuerpo mecanizado durante los combates, reducido tras la operación Urano a unos 70 vehículos blindados y 5600 hombres,[20] durante las duras batallas contra los panzers de la 6.ª División Panzer en el sector de Vercne Kumskij; la lucha continuó durante varios días con resultados mixtos.
Volski, con su valiente acción, pudo detener la marcha del enemigo hacia Stalingrado y ganar tiempo al permitir que el alto mando soviético trajera poderosas reservas mecanizadas que, a partir del 23 de diciembre de 1942, intervinieron y decidieron el resultado de la batalla.
[2] A lo largo de su carrera militar, Vasili Volski recibió las siguientes condecoraciones