[1] Tras la derrota liberal se refugió en la región de Los Llanos del Casanare donde el general Gabriel Vargas Santos le ofreció recepción y asilo.
Su fama de panfletario crecería y se expandiría con esos primeros escritos que recogerá en Pretéritas.
En esa ciudad trabajó en la redacción del periódico El Progreso y trabó amistad con el escritor e independentista cubano José Martí.
Crespo murió dos años más tarde en el combate de la Mata Carmelera y Vargas Vila regresó nuevamente a New York en 1894.
En 1898 fue nombrado por el presidente del Ecuador, Eloy Alfaro como ministro plenipotenciario en Roma y es recordada su negativa de arrodillarse ante el papa León XIII, al afirmar: «no doblo la rodilla ante ningún mortal».
[5] En 1903 fundó en Nueva York la revista Némesis,[2] desde la cual se criticaba al gobierno colombiano de Rafael Reyes y a otras dictaduras latinoamericanas, así como a las imposiciones del gobierno estadounidense, como la usurpación del Canal de Panamá y la Enmienda Platt sobre Cuba.
En 1903 publicó en esa revista Ante los Bárbaros[6] tras lo cual el gobierno de Washington le obligó a dejar Estados Unidos.
En 1904, el presidente nicaragüense, José Santos Zelaya, designó a Vargas Vila como representante diplomático en España,[4] junto al poeta Rubén Darío.