Urbano Orad de la Torre

El primer ministro Casares Quiroga se reunió con él y otros oficiales de baja graduación, y les dijo que esperaba sofocar la revuelta sin necesidad de armar a la población.

Se dirigió entonces al Parque de Artillería, en donde había estado destinado.

Allí estaba al mando el teniente coronel Rodrigo Gil Ruíz, amigo suyo y socialista también.

En el Parque se encontró con este, que le proporcionó piezas de artillería a Orad, con las cuales se dirigió al Cuartel de la Montaña.

Hizo casi toda la guerra en los frentes del Sur, menos en la desafortunada acción sobre Illescas, en octubre de 1936.

[15]​ Después de la guerra no se exilió y tras ser encarcelado por el franquismo, fue condenado a muerte por «rebelión militar» pero le fue conmutada la pena.

Esta mediación se debió a que Orad facilitó el pase al bando rebelde a García Morato, que se encontraba en Madrid al inicio de la sublevación.