Ucase de Ems

[1]​ Fue llamado así por la ciudad alemana de Bad Ems, donde el edicto fue firmado por el propio zar durante sus vacaciones.

Las asociaciones culturales ucranianas llamadas Hromadá comenzaron a funcionar en numerosas ciudades, después de la tradicional asamblea de la aldea, y en las escuelas dominicales en las ciudades y pueblos en tanto la educación en lengua ucraniana había sido negada por la administración imperial rusa.

En Osnova, Kostomárov publicó su influyente artículo Dve rússkie naródnosti (Dos nacionalidades rusas), fijando una diferenciación que rechazaba de modo implícito la designación de Pequeña Rusia que la administración imperial daba a Ucrania.

Aunque el nacionalismo ucraniano (o nacionalismo de la Pequeña Rusia) había sido considerado popular y de alguna manera se convirtió en una "moda" en los círculos culturales rusos, un debate más serio comenzó al tiempo que entraba en juego la ideología del paneslavismo ruso expresado en la frase de Aleksandr Pushkin: "¿No todos los riachuelos eslavos confluirán en el mar ruso?

", empezando así la crítica hacia las "nacionalidades" eslavas que se resistían a "confluir en el mar ruso".

Estos celebraron un Congreso Arqueológico en 1874, y lo publicaron en el periódico de lengua rusa Kíevski Telegraf.

En 1910, alertado por la potencial actividad revolucionaria que implicaba el uso del idioma ucraniano, el ministro de interior Piotr Stolypin restableció las restricciones del ukaz de Ems y cerró las sociedades Prosvita y las publicaciones en dicha lengua.

Entonces, los ucrainianos mantuvieron un pequeño desarrollo cultural en la región rural del alto Dniéper, fuera del control ruso y con una extensa población rural carente de cualquier oportunidad de educación formal, en la cual mostraban poco interés las autoridades zaristas.

Placa conmemorativa en Bad Ems .