El USS Kentucky (BB-66) iba a ser el sexto y último acorazado clase Iowa construido por la Armada de los Estados Unidos, y era el segundo buque nombrado en honor al decimoquinto estado (el primero había sido el USS Kentucky (BB-6).
Al igual que su gemelo, el USS Illinois (BB-65), el Kentucky continuaba aún en construcción al finalizar la Segunda Guerra Mundial y fue alcanzado por la reducción de fuerzas militares consiguiente.
Se planteó por tanto, dedicar el ahorro de peso a incrementar la protección contra torpedos hasta el nivel de los clase Montana, lo que incrementaba esta protección en torno a un 20 %[1] Aunque esto último, finalmente fue rechazado.
[3] Esta no fue la primera vez que se propuso cambios sobre los clase Iowa; Cuando su diseño y construcción se clarificó, algunos responsables políticos, intentaron hacer ver que no eran necesarios más acorazados, y que se debían usar los cascos de los Iowas para terminarlos como portaaviones (lo que ya se había hecho con los cruceros de batalla USS Lexington (CV-2) y USS Saratoga (CV-3).
Esto, fue detenido por el almirante Ernest King, jefe naval de operaciones.
[2] Se fabricó una nueva proa, pero nunca llegó a instalarse, y permaneció almacenada sobre la cubierta.