La triscaidecafobia (del griego τρεισκαιδέκα, treiskaideka ‘trece’, derivado de τρεῖς, treîs ‘tres’, καὶ, kai ‘y’, y δέκα, deka ‘diez’; junto con φοβία, fobía, de φόβος, fobos ‘miedo’, ‘temor’) es el miedo irracional al número 13.
La fobia específica al viernes 13 se llama parascevedecatriafobia (la Parasceve es la preparación de la Pascua), collafobia, o bien, friggatriscaidecafobia (la palabra Friday, ‘viernes’ en inglés, procede del nombre de la diosa vikinga Frigg).
Esto se «cristianizó» más tarde al decir que Satanás era el 13.er ángel.
Ese día acabó el poder de los monjes guerreros, pudiendo achacar esto a la mala suerte.
Esto también se aplica en ocasiones a los números de las casas o habitaciones (como, por ejemplo, en los hospitales).
Irónicamente, nació y murió el día 13 del mes, a la edad de 76 años (7 + 6 = 13).
En la novela de J. R. R. Tolkien, El hobbit, publicada en 1937, los personajes protagonistas son trece enanos,[8] y para no tener mala suerte en su viaje, le piden al mago Gandalf que encuentre a un decimocuarto miembro para su compañía.
El Apolo 13 fue lanzado a las 13:13 EST del 11 de abril de 1970 desde el complejo 39 (tres veces trece) y sufrió una explosión en pleno vuelo, poniendo en peligro a los tripulantes, y fue necesario abortar la misión.
[cita requerida] Algunos se refieren a esta misión lunar como la prueba definitiva de que el 13 trae mala suerte, lo que es fácilmente refutable por el hecho de que no hubo fallecidos, cuando otras misiones estadounidenses y rusas con peores resultados no fueron designadas con dicho número.
[10] En los Estados Unidos, nunca ha existido un caza denominado F-13, dado que muchos pilotos son supersticiosos.
[15] Hay deportistas que deciden desafiar la mala suerte del número 13 utilizándolo.
También son famosos los casos de los baloncestistas Wilt Chamberlain y Steve Nash.
Recientemente llevó ese dorsal Michael Ballack y en la actualidad lo utiliza Thomas Müller.
[20] Los futbolistas de España elegían sus dorsales por orden de antigüedad en la selección, y al recién llegado Iniesta le dejaron el número que no quería ningún otro jugador.
Reordenando sus letras podemos escribir VIXI, expresión latina antiguamente usada en las lápidas de los difuntos que significa ‘viví’, es decir, ‘mi vida es pasado’.