Le siguió un tratado firmado en Saint-Denis ese mismo día.
[1] Carlos V, que sentía como amenaza las posesiones que Carlos II tenía en la cuenca del Sena buscaba con el intercambio de tierras sacarle de la zona y evitar con ello la comunicación directa con los Estados normandos de su adversario.
Cuatro años después, todavía no parecía resuelto.
[3] Se pidió muy explícitamente Carlos II de Navarra que devolviera las ciudades de Mantes y Meulan y que restaurara el señorío de Longueville a Bertrand Du Guesclin.
Respecto a la cuestión de la sucesión del Ducado de Borgoña, que estuvo en el origen de las hostilidades entre Francia y Navarra, correspondía al papa Urbano VI pronunciarse sobre el futuro del Ducado de Borgoña.