Asimilado al partido navarro, fue objeto en 1356 de los llamados artículos contra Robert Le Coq.
Dado que Borgoña, el Delfinado y muchos baluartes estaban controlados por los franceses, amenazó con renegociar su alianza con su cuñado Jean le Bon.
[11] Un colegio de 9 oficiales (3 por orden) que cobraría el impuesto debe ser designado por los Estados Generales.
Los impuestos llegaron mal y la nueva moneda se devaluó rápidamente, los Estados Generales se reunieron nuevamente en marzo de 1356 y decidieron ampliar la base impositiva gravando también los ingresos de la propiedad.
[13] Con este ejército financiado por los Estados Generales, el rey persigue al Príncipe Negro lanzado en un nuevo viaje.
Fue hecho prisionero por los ingleses, pero adquirió gran prestigio en este asunto y salvó su corona.
El Príncipe Negro impresionado hace arreglos para que sea recibido con honores durante su cautiverio en Londres.
Para evitar tales excesos, el Delfín propone crear un ejército permanente de 30 000 hombres.
Esto provocó el clamor de la población parisina, que vio aumentar sus alquileres en un 25 %.
[19] Por lo tanto, se establece un gobierno del regente controlado por los Estados Generales con su consentimiento.
Por otro lado, el Delfín va ganando confianza y no duda en agosto en llamar a los concejales sacrificados y pedir al preboste de los comerciantes que se ocupe sólo de los asuntos municipales.
La misma ceremonia se repite en cada ciudad desde Amiens hasta París: es recibido por el clero y los burgueses en procesión, luego arenga a toda una multitud, explicando que fue despojado e injustamente encarcelado por Jean le Bon a pesar de que es de línea real.
[22] Ante un hecho consumado, el delfín no pudo rechazar la petición de Étienne Marcel y Robert le Coq y firmó cartas de remisión para los navarros.
El Delfín sólo puede consentir y rehabilitar a Carlos de Navarra.
Los mariscales de Normandía, Champaña y Borgoña acuden a su corte.
El 11 de enero, habla con los parisinos en Les Halles explicando por qué está levantando un ejército y cuestionando a los Estados Generales sobre su incapacidad para garantizar la defensa del país a pesar del dinero recaudado durante la recaudación de impuestos.
: es un éxito y Étienne Marcel debe organizar otras reuniones infiltradas por sus partidarios para ponerlo en apuros.
Se nombró la comisión de purificación, pero solo funcionó durante cinco meses.
No cuestiona la necesidad de tener un soberano, pero busca comprometerse con quien le deje más poder.
El delfín en este tiempo se ve sometido a los caprichos de los parisinos y del entramado político del obispo que le somete a todo cuanto deseaba el rey de Navarra en su propio beneficio.
[31] Su función no se limitaba a asesorarle o mediar de embajador sino incluso a un apoyo económico realizando préstamos con fondos de las arcas del obispo que servían para cubrir los gastos del rey.
Quizá su paso por Viana fuera para llevarse al obispo a «negociar con el cardenal legado, o si corrió de Laguardia a Estella, donde su amigo y consejero se hallaba moribundo.»[37][38]