[2][3][4] El impacto dejó herido de gravedad al ex-primer ministro japonés, quien ya no mostraba signos vitales a la llegada de los paramédicos a la escena quienes consideraron que estaba en paro cardiorrespiratorio.
Yamagami indicó a los investigadores que tenía un resentimiento personal hacia la Iglesia de la Unificación, ya que le causó la bancarrota a su madre Ako Tetsuya y disparó a Abe porque el ex-primer ministro mantenía vínculos con dicho grupo religioso y lo acusó de expandir la influencia de la iglesia en Japón.
The Economist señaló que "la violencia política de Yamagami ha demostrado ser sorprendentemente efectiva...
[18] El político fue transportado en helicóptero al hospital de la Universidad de Nara pese a que los primeros reportes indicaba que no presentaba signos vitales.
[25][26][27][28] Durante el interrogatorio, el sospechoso confesó que había cometido el crimen porque creía que el ex-primer ministro japonés mantenía vínculos con la Iglesia de la Unificación, la cual había dejado en bancarrota su madre.