Realizó aportes al desarrollo de los museos y a la cultura nacional.
Además de ser la directora del Museo Colonial entre 1942 y 1946, Cuervo es recordada por ser la primera mujer en dirigir el Museo Nacional, cargo que ejerció durante 28 años, entre 1946 y 1974.
Su primera tarea fue trasladar el museo al edificio del Panóptico, lugar en el que funcionó la antigua Penitenciaría Central de Cundinamarca.
Quemaron todas las banderas de la Conferencia Panamericana y volvieron los postes como unos tallarines.
Se esforzó por crear una identidad nacional que contara la historia de Colombia a través de objetos pertenecientes a cuatro colecciones: Arte, Arqueología, Historia y Antropología.
[9] Cuervo se interesó por aumentar la presencia de los museos colombianos en organizaciones museísticas a nivel mundial y regional.
Todas estas actividades en el sector cultural le valieron el título de “primera museóloga del país”.
[10] Cabe resaltar que en esta labor de gestión y de dirección de museos fue fundamental el capital cultural y el círculo social que tenía Cuervo Borda, pues entre sus amigos más cercanos estaban influyentes personalidades colombianas como Daniel Samper Ortega, Álvaro Gómez Hurtado o los poetas Antonio Gómez Restrepo, Ismael Enrique Arciniegas y Guillermo Valencia[5].