Teodorico V de Holanda

El obispo de Utrecht, Guillermo I, aprovechó esta circunstancia para ocupar las tierras que revindicaba en Holanda.

Flandes dependía entonces del reino de Francia, pero poseía algunos feudos en el Imperio.

Los dos ejércitos se atacan con igual furia y Balduino, habiéndose expuesto con poca precaución, dejó la vida sobre el campo de batalla y su hermano obtuvo una victoria tan completa que, tras vencer y dispersar al ejército flamenco, entró fácilmente en posesión del condado de Flandes.

Gante, después Ypres y el resto de ciudades flamencas le reconocen como su señor natural.

Richilda llama en su ayuda al rey de Francia, Felipe I, que acude en pleno invierno, y toma posición al pie del Monte Cassel donde Roberto se atrincheró no lejos de Bavinckhove.

En el curso de la batalla, Richilde es hecha prisionera y su hijo Arnulfo III encuentra la muerte.

En la ciudad de Delf, que se supone construida por él, donde tenía su corte fue asesinado por un tal Gizelberto.

La muerte del duque y del obispo facilitó a Roberto el Frisón los medios para restablecer a su hijastro Teodorico en la herencia de sus padres.

La flota combinada anglo-holandesa remontó el Mosa y se encontró con la del obispo de Utrech que le cerraba el paso en Ysselmond.

[4]​ Después de dieciséis días de asedio, el obispo Conrado capituló y se retiró a Utrech con la guarnición del castillo, como había sido acordado.