Tamborito

[2]​ El tamborito es considerado convencionalmente como el baile y género musical nacional de Panamá, debido a su cultivo generalizado en las poblaciones de afrodescendientes que abarcan gran parte del país.

De esta manera se siguieron dando intercambios migratorios y comerciales hasta bien entrado el siglo XX.

La tradición oral de los cultores del tamborito de Bahía Solano en el Chocó colombiano, señala que sus ancestros aprendieron a bailar e interpretar el tamborito en Panamá cuando iban a vender sus productos.

[8]​ Desde 1514 llegaron africanos en lo que hoy es Panamá traídos de África Occidental, para trabajar en las minas y plantaciones.

Con los esclavizados de África llegaron sus cantos, sus instrumentos de percusión y sus bailes que, sincretizados con diferentes elementos hispánicos e indígenas, otorgaron un perfil característico a esta manifestación musical.

La música folklórica y popular del istmo estuvo teñida a partir de ese momento, por este importante hecho histórico.

Es el tambor que lleva el compás, instrumento cilíndrico hueco confeccionado de madera cubierto con cuero de venado, tiene parches por sus dos lados, y se toca con dos bolillos o palitos.

Esta puede ser de origen negroide (solo para bailes negroides) o de origen hispano-indígena, o la llamada Caja Santeña, basada en la negroide, mucho más pequeña y, normalmente, acompañada con una cuerda delgada tensada en uno de sus parches de cuero para que, al ser tocada, emita un sonido vibratorio acompañado con el sonido del cuero.

El almirez (del árabe hispánico «al-mirhäs», instrumento para machacar, y este del árabe clásico mihrās)es un mortero o utensilio pequeño y portátil, que sirve para machacar y triturar sustancias Con posterioridad fue usado como instrumento de percusión utilizado para acompañar cantos tradicionales como jotas, tonadas, fandangos, pastorales.

El sonido se saca golpeando en los laterales y base internos.

Es una región con tambores de faena los cuales son muy escasos en la República.

Se puede advertir con facilidad cierta dosis de lirismo en sus textos, que limita por supuesto, toda desolada crudeza.

Su textos plasman la meditación, por no poseer las tierras que trabaja, escribe textos con burlas hacia la vida, a los desplantes, al igual que a la ansiedad.

Entusiasmo por el tema de la política, tambores que nombran figuras como Rodolfo Chiari, Belisario Porras entre otros.

[27]​ El paseo se realiza alrededor de la rueda al igual que el tamborito Ocueño y al de Las Minas, con la única diferencia que cuando se llega al frente de los tambores se dan tres o cuatro pasos hacia atrás para luego continuar con el baile.

Los Tambores Capitalinos, presentan un indefinido sabor culto, sus textos son provenientes de personas de educación completa o casi completa, por lo cual no guardan ese sentimiento de diario vivir, más que todo son obras creadas para satisfacer una necesidad en algún espectáculo.

Sus figuras principales en la ejecución del baile son: el paseo y la seguidilla.

En San Miguel, una de las islas más importantes del Archipiélago de las Perlas, practican un tamborito que denominan Tambor con Guitarra en el que no sólo figuran tambores sino también una guitarra española y un violín.

Es una forma muy singular de baile, con coreografía propia, texto literario y melodía exclusivo, diferente en su ejecución de lo que hacen cuando bailan el tambor grande o el chico, que corresponden a nuestros ritmos nortes y corridos.

Por cierto que es este tambor con guitarra, una de las variantes más hermosas del Tamborito.

En algunas modalidades se añade regularmente instrumentos melódicos tales como la flauta y la guitarra.

[30]​ El tamborito como género musical, en Colombia, es un aire con una estructura persuasiva definida soportada en una célula afrobantú conocida como cinquillo, que consta de cinco notas dispuestas irregularmente o trastocadas según la marca métrica regular en donde se acentúa la primera y la quinta notas.

En el formato de chirimía, hoy día, el redoblante afecta con una pequeña digresión o variación; en el segundo compás, ejecutando con acentuación en la primera y séptima corchea y los platillos de choque ejercen constantemente la fórmula a contratiempo acentuando segundo y cuarto tiempo del compás.

Tambores de cuña, en Panamá.
Cantalante con los Tamboreros, en Las Tablas.