Los sociólogos tienen opiniones variadas sobre si el patriarcado es un producto social o el resultado de diferencias innatas entre los sexos.Varias iglesias cristianas modernas siguen usando la palabra patriarcado para designar un grupo de diócesis.Estos conceptos teóricamente pueden combinarse de diversas manera (por ejemplo, una sociedad puede ser matrilineal y al mismo tiempo patrilocal, etc.).Siendo la caza, en particular, practicada en mayor medida por los hombres, y dedicándose las mujeres más intensivamente a la recolección.[cita requerida] Como se ha dicho, dentro de la comunidad sí existía una repartición del trabajo.«Macho alfa», el término sociológico empleado frecuentemente, es un concepto moderno e inexistente en la evolución de la sociabilización del chimpancé y, por tanto, no heredado por los seres humanos en ninguna etapa.La evolución humana sucedió gracias al desarrollo intelectual y a las motivaciones por conocer, construir, crear, etc, que esto conlleva.La fuerza física permaneció como una característica plenamente masculina, al igual que la procreación es femenina.[cita requerida] Esta división sexual del trabajo primitivo se explica por el hecho de que la caza es una actividad que necesita esfuerzos violentos e implica riesgo para la integridad física, algo poco recomendable para mujeres embarazadas o con hijos lactantes.Este esquema le permitía a la especie explotar eficientemente un amplio abanico de recursos.Este descubrimiento constituye un hito importante, porque en ninguna otra especie la actividad sexual estaba tan desconectada del acto generativo en sí.[cita requerida] En cualquier caso, esta constatación tuvo que trastornar profundamente las relaciones naturales entre los sexos.[11] La contribución femenina a la subsistencia en las sociedades protoagrícolas habría continuado siendo lo bastante importante para que las mujeres conservaran cierto poder económico limitador del dominio masculino.Algunos autores, como Robert Graves y Johann Jakob Bachofen, han planteado que habrían existido en esta región sistemas de organización matrilineales.[13] En estas sociedades matrilineales, la mujer tenía mucho más poder e influencia que en las culturas tradicionalmente patrilineales, pero con el correr de los siglos los reyes tribales lograron comenzar a imponerse evitando el sacrificio anual.[20] En el otro sentido, Aristóteles también mantenía la teoría del sexo único, según la cual la mujer era un varón disminuido, imperfecto.En relación con el cuerpo femenino, lo menciona como dependiente del hombre para su salud y maltratado por su matriz, algo inacabado, débil, frío, todo producto de un defecto natural.Inicialmente se hallaba bajo poder paterno (patria potestas) y cuando se casaba pasaba a estar bajo poder del esposo (manus); en caso de no tener pater familiae, ni esposo, quedaba en situación de tutela permanente (tutela mulierum).Por contraste, en la Europa cristiana, debido a la antropología equitativa propia del cristianismo, hubo una progresiva emancipación femenina, y así llegó a haber mujeres soberanas, autoras, investigadoras y profesoras de escuelas catedralicias.Según la nueva antropología cristiana, la mujer ya no está sujeta a su varón en lo referente a su propio cuerpo como lo estaba en la Antigüedad romana, si bien, por herencia grecorromana, se mantieneel dominio del varón en decisiones sobre el patrimonio.Esta desigualdad ha durado miles de años y tuvo su primer avance en el año 1918 en Gran Bretaña, cuando las mujeres pudieron votar.