Sixto Casanovas
Casanovas decidió no acompañarlos, sino que permaneció como parte de la escolta del gobernador interino Mariano Fragueiro, que se limitó a firmar un tratado de paz con Estanislao López.Tras la firma del tratado, el ejército federal entró en Córdoba, y Casanovas fue tomado prisionero.Rosas había tomado el poder en Buenos Aires, y nadie quería hacerse cargo del gobierno; por un tiempo, fue nombrado su ministro de gobierno, Pedro Nolasco Rodríguez, pero como se negó a enviar los prisioneros a Buenos Aires, fue elegido en su lugar Casanovas.Pero en cuanto lo supieron los gobernadores federales, sobre todo Pascual Echagüe, Estanislao López y Rosas, se negaron a reconocerlo.Capturó a Santos Pérez, el asesino de Quiroga, pero lo dejó escapar.Casanovas tardó mucho en avanzar y López pudo reorganizarse; tras la derrota unitaria en la batalla de Quebracho Herrado, regresó a Córdoba.Pero era odiado por los unitarios que iban tomando el control de la ciudad, y que derrocarían al gobernador Vicente López y Planes en la revolución de septiembre; Casanovas no llegó a verlo.