Un símbolo (del latín: simbŏlum, y este del griego σύμβολον,symbolon, compuesto de σύν-, "con", "conjuntamente", y ballein, "lanzar", "arrojar", "tirar", es decir, "arrojar juntos"[1]) es la representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada.Es un signo sin semejanza ni contigüidad, que solamente posee un vínculo convencional entre su significante y su denotado, además de una clase intencional para su designado.Del latín symbŏlum, y este del griego σύμβoλoν, el símbolo es la forma de exteriorizar un pensamiento o idea, así como el signo o medio de expresión al que se atribuye un significado convencional y en cuya génesis se encuentra la semejanza, real o imaginada, con lo significado.Aristóteles afirmaba que no se piensa sin imágenes, y simbólica es la ciencia, constituyendo ambas las más evidentes manifestaciones de la inteligencia.En la sociedad tecnológicamente desarrollada, con su exigencia de comprensión inmediata, los signos y símbolos son muy eficaces para producir una respuesta rápida.Los signos, símbolos, señales, iconos son entidades semióticas (es la disciplina que aborda la interpretación y producción del sentido con base en la comunicación) con propiedades diferenciadas.En la sociedad tecnológicamente desarrollada, con su exigencia de comprensión inmediata, los signos y símbolos son muy eficaces para producir una respuesta rápida.Valentina Maestre y Sergio Granados Los símbolos pueden componerse de información realista, extraída del entorno, fácil de reconocer, o también por formas, tonos, colores, texturas, elementos visuales básicos que no guardan similitud con los objetos del entorno natural.Su valor se puede determinar hasta donde penetra la mente en términos de reconocimiento y recuerdo.[cita requerida] El interés por los signos ha dado lugar a un importante campo de estudio: la semiótica.[cita requerida] En la comunicación, los signos y señales aparecen, en general, en estructuras similarmente ilógicas.[cita requerida] En el ámbito científico y técnico, también se denomina símbolo a las abreviaciones constituidas mediante grafías o letras.A ellos se añaden en ocasiones otros emblemas como puede ser una planta, animal u objeto asociado íntimamente con el país.En el Antiguo Egipto se practicó esta costumbre, así, simbólica es su escritura jeroglífica, su mitología, donde cada una de las divinidades representa un aspecto cultural, y aún sus manifestaciones artísticas.El arte figurativo adoptó estos símbolos para representar, en ocasiones desprovistos ya de carácter religioso o mitológico, atributos o cualidades e incluso determinadas manifestaciones de la actividad humana, a los que fue añadiendo otros cuando fue necesario, si bien al principio deudores de las manifestaciones religiosas anteriores que constituían el patrimonio cultural común.Lo anterior representa el significado que símbolo tiene desde la lengua griega como tablilla de recuerdo.[4] Es en este punto que retoma al filósofo Hegel, quien plantea lo bello en el arte como la apariencia sensible de la idea, esta se hace verdaderamente presente en la manifestación sensible de lo bello.[5] Este concepto le permite reforzar lo ya mencionado, en la dirección que le da a la conformación, pues esta se encuentra y existe así ahí, susceptible de ser hallada por cualquiera que se encuentre con ella.Paralelo a esto Paul Ricoeur en su texto Freud: una interpretación de la cultura —Ricoeur, P.[6] introduce el estudio del símbolo a partir de la voz alemana traumdeutung compuesta por dos elementos: el sueño y la interpretación.Así mismo, en la imaginación poética, que comprende la importancia de la imagen como vehículo o pretexto para dar fuerza verbal a la expresión, se imponen el lenguaje y palabra como medios para poder decir al símbolo.
Símbolos religiosos.
Diferentes representaciones del símbolo de la cruz.