[2] Por lo general, luego de ser frotado sobre el cuerpo del paciente, el curandero sacrifica y desolla al roedor.[5] Desde occidente a este tipo de práctica también se le llama hieroscopia o aruspicina.En la sierra de Áncash, la sangre que brota es recolectada en un recipiente y mezclada con agua.La «limpia» se entiende desde el curanderismo andino como la 'succión' a través del ritual de la entidad patógena que habita en el cuerpo del paciente en el plano suprasensible y desplazarlo a otro soporte, en este caso al cuy.[22][23] En el siglo XVI el mercedario español Martín de Murúa en su Historia General del Perú.