Sí mismo
En psicología fue utilizado primeramente por el filósofo y psicólogo William James en 1890[1] y en el psicoanálisis fue introducido por Heinz Hartmann con el objeto de diferenciar el yo (la instancia psíquica que en inglés se denomina ego) de este concepto que se refería simplemente a «uno mismo», a la propia persona.[2] En la década siguiente, Donald Woods Winnicott recogió el término en la escuela inglesa de psicoanálisis, mientras que Heinz Kohut hizo lo suyo en EE. UU.y fundó una escuela de pensamiento psicoanalítico llamada «psicología del sí mismo» (self psychology).Para algunos autores como Edmund Bergler este término es un sinónimo del constructo «personalidad», mientras que Carl Rogers lo equiparó con el «potencial de autorrealización».[1] El psiquiatra y psicoanalista vienés Heinz Hartmann, que había emigrado a EE. UU.Para este autor, la experiencia subjetiva del sí mismo no constituye al yo, pero surge como un resultado de las funciones yoicas.[7] Según Winnicott, no existe el ello antes del yo y —mientras el yo puede estudiarse desde un comienzo— el self solo aparece cuando el niño empieza a utilizar su intelecto para comprender el entorno y, específicamente, a mirar lo que los demás ven, sienten, oyen, perciben o piensan al interactuar con su cuerpo infantil.[8] Kohut no daba un significado rígido al término «sí mismo» y lo consideraba insuficientemente definible.[6] Para la escuela fundada por Carl Gustav Jung, el Selbst o «sí-mismo» (que los representantes de esta corriente convencionalmente escriben en español siempre con un guion) tiene un significado bastante diferente.[10] Sí mismo se refiere también a los diversos términos de "autorreferencia" (del griego autós y el latín referentia), es decir, todo aquello que del sujeto refiere al mismo sujeto: creencias y representaciones subjetivas, como esquemas e imágenes.Debido a que las traducciones de self son diversas, se usan alternativamente en español los términos yo, sí mismo, uno mismo, ser, persona, personalidad, entre varios otros y no siempre de manera consistente o rigurosa.Por este motivo, cuando se quiere mayor precisión, la opción es mantener el vocablo en inglés (self), el que se usa como un sustantivo o como vocablo con función adjetiva y en ambos casos refiere a esencia o a individualidad.En ocasiones, también se traduce por el prefijo «auto», dando lugar a varios conceptos derivados: self-esteem (autoestima), self-containment (autocontención), self-awareness (autoconsciencia), self-image (autoimagen) y muchos otros.La autoeficacia se refiere más a la creencia en la capacidad de realizar tareas específicas, mientras que la autoestima implica una evaluación más general del propio valor[11] En la psicología, la autoestima refleja la autoevaluación general que la persona posee de su propia valía.