Fue así que encontró en esa biblioteca el libro de Manuel García Morente Lecciones preliminares de Filosofía, el cual lo impulsó a querer estudiar dicha carrera[3].
Pensó en estudiar en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, pero no tenía el programa de derecho, y también hizo averiguaciones en la Pontificia Universidad Javeriana, pero no contaba con los papeles que le exigían.
En su vida académica, pudo entablar relación con personajes tales como Danilo Cruz Vélez y Rafael Carrillo, los cuales fueron profesores de él.
Tenía pensado en estudiar en Heidelberg, Alemania; sin embargo, en su paso por Múnich quedó atrapado por las múltiples manifestaciones culturales y artísticas que la ciudad ofrecía.
A lo largo de su estancia en Europa (1963-1965) es financiado por su padre y por algunos préstamos del ICETEX.
Su estancia estudiantil en Europa no se limitó a permanecer en Alemania, aprovechó para visitar otros países para satisfacer su curiosidad en otras ramas del conocimiento, se destaca por ejemplo, un breve paso por Italia en abril de 1964 donde visitó varios lugares emblemáticos, quedando maravillado por la tradición clásica y renacentista de la arquitectura, las artes y la filosofía[6].
"[15][14]Por su parte, El Periódico manifestó que:"Las actuaciones del rector de la Universidad Nacional ya han llegado a extremos inconcebibles.
Su trabajo como filósofo estuvo siempre en convivencia con su formación y pasión por la literatura, destacándose como traductor de distintos textos; así como su trabajo editorial, donde sobresale su labor en publicaciones como: Miguel Antonio Caro y la cultura de su época (2002), El radicalismo colombiano del siglo XIX (2006) .
Una se sus obras más reconocida es Ensayos filosóficos[24](1978), la cual es una recopilación de 9 ensayos escritos por Rubén Sierra a lo largo de 1970 y 1977[24], y publicados en diversas revistas especializadas.
Su producción ligada a la Cátedra del Pensamiento colombiano lo llevó a una profundización historiográfica de periodos tales como Regeneración, Hegemonía Conservadora, Guerra de los Mil Días y el período conservador durante La Violencia (1946-1953).
Otro obstáculo es el de la “actitud provinciana hacia la cultura” o el “nacionalista”, donde solamente se habla y dialoga sobre temas relacionados con la historia, sociedad y culturas colombianas, dejando de lado los temas nuevos, mirándolos con desdén o como ideas erradas en contraposición a los pensamientos tradicionales del país.
[19] Por su larga trayectoria y trabajo filosófico se le fue otorgado el título de Doctor Honoris Causa en Filosofía en la Universidad del Valle (1993) y la Universidad de Caldas (2002).