Rommel Hurtado
[2] Tras el asesinato de Álvaro Gómez Hurtado, se vio involucrado en el presunto golpe de Estado contra Ernesto Samper, cuando en 1998 la Fiscalía allanó su casa e incautó una proclama llamada “Acto del Poder Constituyente”, en la que se detallaba un plan para derrocar a Samper.Fue considerada como la “última persona juzgada por el proceso 8.000”, ya que fue imputado en 1999 y solo empezó el juicio en 2003.[10] Tras retirarse la vida pública nacional, Hurtado se había dedicado a realizar denuncias por casos de corrupción, acumulando 80 investigaciones para cuando fue asesinado.[10][16] Rojas Arias confirmó que el día anterior a los hechos Hurtado había recibido amenazas de muerte.Aunque posteriormente la Fiscalía realizaría varios allanamientos y capturas adicionales,[19] solo dos personas, que actuaron como intermediarios en el pago a los sicarios, han sido condenadas.