[1][2] Dicha denominación se le otorga al café 100 % arábigo (coffea arabica) producido en las regiones cafeteras de Colombia, delimitadas entre la latitud Norte 1° a 11°15', longitud Oeste 72° a 78° y rangos específicos de altitud que pueden superar los 2000 metros sobre el nivel del mar.
[4] Así mismo, está reconocido como Denominación de Origen Protegida en otros países del mundo,[5] como Ecuador,[6] Bolivia[7] y Perú.
Desde los años veinte, Colombia ocupó el primer lugar como productor mundial de café suave.
Los principales departamentos productores del café en Colombia son: Nariño, Norte de Santander, Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca, Huila, Cauca, Tolima, Caldas, Quindío y Risaralda, conocidos los cuatro últimos como el Eje Cafetero.
El más antiguo testimonio escrito acerca del cafetero en Colombia se le atribuye al sacerdote jesuita José Gumilla, quién en su libro El Orinoco Ilustrado (1730) registró la presencia del producto en la misión de Santa Teresa de Tabajé, llevada a cabo en cercanías a la desembocadura del río Meta en la Orinoquía.
Con estas semillas se logró una posterior expansión y presencia del cultivo en departamentos como Santander, Norte de Santander, Cundinamarca, Antioquia, el Centro del país y posteriormente en el sur.
Pasado el tiempo, Norteamérica iba consolidándose como el consumidor más importante de café en el mundo.
Así mismo, Alemania y Francia se convertían en los mercados más interesantes de Europa.
En los años 70 del siglo XIX, el café empezó a cotizarse en las bolsas mundiales y se convirtió en la moneda internacional de los países productores, entre los cuales estaban Brasil, Salvador, Guatemala y México.
Años más tarde, en la transición del siglo XIX al XX, se registró una caída de los precios en el mercado internacional repercutiendo en la rentabilidad y economía de las grandes haciendas.
Desde 1875 se había comenzado a ampliar el número de pequeños cafeteros en Santander y Antioquia.
Esto, además de la crisis de las grandes haciendas, hizo que a principios del siglo XX el centro-occidente colombiano tomara la delantera con respecto al desarrollo cafetero del país.
Esto resultó favorable para los propietarios de pequeñas parcelas que apenas incursionaban en el sector.
Ello obligó a los países productores a suscribir un pacto mundial cafetero con el propósito de regular la producción y evitar que un exceso del grano en el mercado produjera una caída dramática de los precios internacionales.
En 2000, para atender la demanda interna y algunos pedidos externos, Colombia tendría que importar el grano debido a la precariedad de sus últimas cosechas.
La importación se haría efectiva a partir de 2001, o antes, si las cosechas no mejoran.
Los principales departamentos productores de café son Huila, Antioquia, Tolima, Caldas, Valle del Cauca, Cauca, Risaralda, Santander, Cundinamarca, Nariño, Quindío, Norte de Santander, Cesar, La Guajira, Magdalena, Boyacá, Meta, Casanare y Caquetá.
[28][29] Esta región, ubicada al suroeste de Colombia en el llamado "Macizo Colombiano, se caracteriza por su clima y altura homogéneas.
Son 37 los municipios de este departamento los que producen el café en esta región.