Al no encontrar apoyo en el ejército, Arroyo del Río decide reforzar a los carabineros (actual Policía Nacional) para que estos se conviertan en la fuerza armada que lo sostenga en el poder.
Los carabineros son reforzados con armamento cuasi-bélico mientras que se recorta el gasto militar, dicha decisión incrementó el descontento de los militares hacia este gobierno.
[1] Finalmente la situación explota, el pueblo guayaquileño con sus sindicatos se vuelca a las calles.
Por toda una noche hay enfrentamientos en este lugar, hasta que al fin la población civil logra ingresar violentamente al cuartel produciéndose el ajusticiamiento de todos los policías que ahí se encontraban.
Cabezas, Luis Cristóbal: 50 Años de Vida Política y Anecdótica del Ecuador, p. 89.