La joven república no pudo sobrevivir debido a la debilidad del gobierno central, que no pudo controlar a las fuerzas políticas nacionales de los Estados que componían la república: Armenia, Georgia y Azerbaiyán.El Gobierno provisional ruso estableció el Comité Especial Transcaucásico para gobernar la región; no obstante, el poder real lo ejercían los diputados del Consejo Nacional de los Pueblos del Cáucaso (CNPC).Esta medida fue apoyada por los partidos de la izquierda moderada nacionalista, social-revolucionarios georgianos, socialdemócratas, Dashnak armenios y Musavat azeríes.Los azeríes del Musavat estaban por entonces enfrascados en la lucha contra la Comuna de Bakú.[3][2] Al igual que con la comisaría, las tres naciones transcaucásicas continuaban siendo gobernadas en realidad por los socialdemócratas georgianos, los armenios del Dashnaktsutiún y los azeríes del Musavat.[2] Las desavenencias entre las tres repúblicas que componían la federación respecto a cómo afrontar la situación acabaron con ella en poco tiempo.No obstante, el apoyo otomano se esfumó con la firma del Armisticio de Mudros ya que, aunque Turquía había vencido en el frente de Azerbaiyán, había perdido la Primera Guerra Mundial.