Renacimiento napolitano

El Renacimiento napolitano indica la variación del arte renacentista desarrollada en la ciudad italiana de Nápoles entre los siglos xv y xvi.

En la primera mitad del siglo xv, en Nápoles y en el resto del reino se pueden encontrar algunos ejemplos ilustres de arte renacentista, en su acepción vinculada a las influencias toscanas, como el monumento fúnebre del cardenal Rainaldo Brancaccio (1426-1428) en la iglesia de Sant'Angelo a Nilo, obra de Donatello y Michelozzo, o la capilla Caracciolo del Sole, en la iglesia de San Giovanni a Carbonara, en la que trabajaron Andrea Ciccione, Leonardo da Besozzo y entre los artistas locales el Perinetto.

Dominaron esencialmente la escena artística las influencias franco-flamencas, vinculadas a rutas políticas y comerciales.

El principal artista local de la primera mitad del siglo fue Colantonio, en cuyas obras manifiesta la capacidad de absorber y asimilar los diferentes lenguajes presentes en la ciudad: su San Jerónimo en el estudio (ca.

El nuevo saber se mantuvo sin embargo confinado esencialmente a la corte, y se echó en falta por ejemplo más atención del soberano a la Universidad, que habría podido difundir la nueva cultura en el reino.

El esquema general se basaba en la tradición gótica, depurada sin embargo de la excesiva decoración exaltando la claridad estructural.

El arco de triunfo del Castel Nuovo, proyectado quizá por una colaboración entre Francesco di Giorgio Martini, Luciano Laurana y Guillem Sagrera, está compuesto por dos arcos superpuestos, flanqueados por columnas geminadas y coronados por un tímpano curvilíneo.

Esta estructura ejemplifica un uso muy libre del modelo clásico, subordinado a las exigencias conmemorativas.

Hacia finales del siglo, gracias a la alianza política con Lorenzo el Magnífico, se produjo una entrada directa de obras y artistas florentinos, que comportó una adopción más homogénea del estilo renacentista.

El edificio se caracterizaba por un diseño original con referencias antiguas adaptadas a las exigencias de la época.

En la obra de Poggioreale trabajó, en torno a 1490, también fray Giovanni Giocondo, al que se le atribuye, entre incertidumbres, la capilla Pontano en la Via dei Tribunali, que tiene el exterior dividido por pilastras corintias, y fue construida para el humanista napolitano Giovanni Pontano.

El resto del reino aragonés manifestó en cambio una concepción muy tradicionalista y atrasada sobre el arte, debido en parte a la estructura social, vinculada todavía al feudalismo, y a la falta de comunicación con la corte de la capital.

También en la pintura el acercamiento a los estilos renacentistas fue gradual y se percibe completamente en el mayor maestro de la Italia meridional del siglo xv, Antonello da Messina, que se formó también en Nápoles, junto a Colantonio.

Novello da San Lucano, que fue discípulo de Angelo Aniello Fiore, se desplazó a Roma para estudiar la arquitectura antigua y poder proporcionar mejor sus obras, diseñando a su vuelta la fachada del entonces Palazzo Sanseverino (posterior iglesia del Gesù Nuovo), donde usó por primera vez el almohadillado a «punta de diamante» de piperno.

Su alumno Giovanni Francesco di Palma contribuyó a la finalización de las obras del maestro que se habían quedado incompletas.

Hacia finales del siglo la arquitectura se enriqueció con influencias clásicas traídas por los arquitectos Domenico Fontana, Giovanni Antonio Dosio y Gian Battista Cavagni.

El arco de triunfo del Castel Nuovo de Alfonso de Aragón , primera obra arquitectónica de estilo renacentista de Nápoles.
Colantonio , San Jerónimo en el estudio , Museo de Capodimonte , Nápoles .
La bóveda de la Sala de los Barones del Castel Nuovo.
La fachada de la iglesia del Gesù Nuovo , antiguo Palazzo Sanseverino.
Domenico Gagini , Tabernáculo con la Virgen con el Niño ( Museo Cívico del Castel Nuovo ).
Palazzo Gravina , Nápoles.