El nombre "Trinacria" fue escogido en honor al antiguo símbolo de la isla, el trisquel, nombre derivado del griego τρισκέλιον triskélion, de τρισκελής triskelís, "con tres piernas", un símbolo celta formado por tres espirales entrelazadas, por tres piernas humanas flexionadas o por cualquier diseño similar que contenga la idea de simetría rotacional.
Cuando Pedro III se disponía a hacer valer el poder de su flota en el Mediterráneo, los sicilianos se rebelaron contra la Casa de Anjou, entre otras causas debido a las cargas impositivas que soportaban.
La nobleza siciliana deseaba un cierto grado de autonomía política y consiguió expulsar a la dinastía angevina.
Para corresponder a estas exigencias, se creó la figura del virrey, un alter ego del propio rey que permitía desdoblar su personalidad, siendo el primero de ellos el infante Juan II, duque de Peñafiel, nombrado en 1415.
Pero esta medida no acabó de convencer al Parlamento, que resolvió en 1416 aclamar a Juan II como rey, aunque este rechazó el puesto.