Reformas de Toledo
Durante este período surgieron varios problemas que requerían atención urgente.Las Leyes Nuevas revirtieron la encomienda al Rey de los titulares originales que, en un principio, querían pasarla a sus descendientes creando un linaje casi aristocrático.Sin embargo, el Rey no quería que su poder y su deseo se salieran de control.Este sistema se estableció para que la riqueza obtenida de estas minas pudiera trasladarse a España.El virrey Francisco de Toledo pretendía revertir la suerte del dominio español en los Andes y "engrandecer el poder español mediante la consolidación del dominio virreinal y reactivar el flujo de plata andina al tesoro metropolitano".Habiendo un énfasis en sedentarizar a los indios nómadas, conforme a las normas de urbanidad medieval (congregarse en una urbs y organizarse en una civitas), para su propio beneficio del indio, en tanto que se deseaba que aprendan a ayudarse entre sí, fomentar virtudes, desarrollar sabiduría, acumular bienes y así elevar el nivel de vida.No solo se buscaría congregar a una población dispersa en asentamientos con núcleo, si no que era un deber obligatorio en la institución virreinal que se desarrollen leyes, delegue magistrados y desarrolle una república ordenada y unida (la Sociedad política indiana) que en simultáneo buscara inculcar a sus integrantes la «policía», ósea, el estilo de vida acorde a las normas de urbanidad.Cada asentamiento se construyó con una cuadrícula de calles uniforme y cuadrilátera.Cada reducción tenía una plaza, alrededor de la cual se disponían los principales edificios: una iglesia con un sacerdote asignado, una prisión y un albergue para viajeros.Se pueden describir mejor como un tipo de campamento diseñado para modelar una ciudad ordenada.El esfuerzo por reclutar plebeyos tenía como objetivo socavar la influencia de los curacas, los señores indígenas que aún poseían el poder en las sociedades andinas.Las reducciones de Toledo se han caracterizado tanto por su éxito como por sus fracasos.Los lazos familiares y de parentesco tradicionales que existieron durante siglos se vieron perturbados cuando las pequeñas aldeas se vieron obligadas a consolidarse en asentamientos mal organizados y, a menudo, demasiado grandes.Felipe Guamán Poma de Ayala, cronista indígena, relata los cambios por las reducciones en Primer nueva corónica y buen gobierno.[11] Un impuesto del veinte por ciento sobre la minería era una fuente importante de ingresos para el Imperio español.