[3][10] Pasaría a la historia soviética como la Antónovschina (ruso: Анто́новщина) por el nombre de su líder, Aleksandr Antónov, antiguo miembro del Partido Social-Revolucionario.
[11][14] Los otros dirigentes de esta guerrilla eran su hermano menor, Dmitri Stepánovich Antónov, y el eserista Piotr Mijáilovich Tokmakov.
También porque, como parte del comunismo de guerra, requisaban las cosechas a la fuerza, poniendo al límite de la supervivencia a los aldeanos, ya que no consideraban sus necesidades alimenticias al exigir sus cuotas.
[15] En el otoño de 1919 surgieron varias guerrillas formadas por desertores del Ejército Rojo, eseristas y campesinos que se resistían a las requisas en los bosques.
Sus primeros actos fueron asesinar a funcionarios especialmente odiados por la población y asaltar las granjas estatales,[11][14] pero hubo que esperar hasta después de la derrota del Ejército Blanco de Antón Denikin para que hubiera un verdadero levantamiento masivo.
[26] Las guerrillas se basaban en la vieja táctica de atacar sorpresivamente donde no eran esperados y huir inmediatamente después gracias a su superior conocimiento del terreno y movilidad de su caballería.
[3] Sin embargo, ese localismo les jugó en contra, pues el estar demasiado encerrados en sí mismos les impidió buscar aliados en otros movimientos campesinos o marchar contra las grandes ciudades, cuyo control era lo que preocupaba a los bolcheviques porque su fuente de apoyo era el proletariado industrial.
[20] Para el mes de noviembre habían aumentado a apenas 5000 según Werth.
[19] El poseer su propio programa político les dio una fuerza y coherencia de la que carecieron otros levantamientos campesinos.
[19] La región estaba densamente poblada, con tierras ricas y llenas de bosques que ofrecían muchos trabajos, sobre todo al haberse apropiado de las tierras en 1917 y expulsado a los propietarios pero las exigencias del gobierno bolchevique y la guerra civil rusa les impidieron sacar provecho, lo que solo daba ánimos a la insurrección.
Aunque los socialistas revolucionarios de izquierda (SR) habían inspirado al movimiento, sus dirigentes nunca comulgaron completamente con sus postulados y ningún miembro importante de los eseristas estaba entre ellos, la persecución sufrida tras su fallido levantamiento se los impidió.
[31] Durante esa época los oficiales de las guarniciones y los militantes comunistas locales se quejaban del abandono cada vez mayor de Moscú, desde donde les enviaban cada vez menos suministros y refuerzos.
Además cada vez era más difícil ayudarlos porque sus principales nexos de comunicación, los trenes blindados, eran continuamente atacados en la zona.
[48] El 20 de marzo se anunció una amnistía general para todo aquel que se rindiera, durante las dos semanas que rigió cerca de 3000 azules capitularon pero muy pocos con armas en mano.
[53] Un día después, lanzaron dos asaltos igualmente infructuosos, abandonando 22 ametralladoras, armas menores y municiones de los vencedores.
[54] Perseguidos por la caballería enemiga, los azules tuvieron 2000 muertos en los días posteriores según estimaciones del gobierno comunista.
[55] El 26 de abril, Vladímir Lenin encargó a los generales Mijaíl Tujachevski y Ieronim Uborévich someter la revuelta.
Durante ese mes un poderoso ejército llegó a la parte sur del óblast.
[58] Durante las dos primeras semanas de mayo 15 000 oficiales del Ejército Rojo se concentraron en Tambov para preparar la campaña.
Aunque los rebeldes lograron rechazar con sus rifles los blindados, huyeron ante la caballería de Kovaliov.
[33] Con sus casi todos sus líderes muertos, las últimas partidas se refugiaron en ciénagas y bosques bajo constante persecución.
La Cheka quiso arrestarlos[9][65] e incendió la casa donde se refugiaron y cuando intentaron huir los abatieron.