Rebelión de Huancané (1866-1868)

[1]​[2]​[3]​ En 1866, en medio de una crisis diplomática con España (que terminarían en la Guerra hispano-sudamericana), el ministro Manuel Pardo dictaminó una "contribución personal individual", que debía recaer principalmente en la población mayoritaria (los indígenas), lo cual, sumado a los trabajos, y los gravámenes de "limosnas" y "préstamo nacional", solo provocó que los indios se empezaran a rebelar en Puno y otras partes del Perú contra el gobierno de Mariano Ignacio Prado.Los hacendados y el clero católico decidieron reunir una milicia de indios para aplastar a los rebeldes.Para 1867, este grupo utilizó a sus representantes políticos en Lima para impulsar "La ley de deportación", por lo cual los indios rebeldes serían castigados y deportados a la selva de manera forzada, para así "salvar la civilización" en Puno.Con ello se dieron nuevos levantamientos en Tarapacá, Arequipa, Chiclayo, Puno y otros lugares.Los hacendados, el clero y los funcionarios provinciales conservadores buscaron mezclar su levantamiento con el de los indios, para que pareciera un único frente que estaba en contra del gobierno de Prado y su liberalismo.Mientras tanto, el presidente Prado envío una serie de intermediarios para contener a los indios de manera pacífica, entre estos estaba el coronel indigenista, Juan Bustamante Dueñas, que fue enviado a Puno.y Europa), muchos campesinos indios, ajenos e indiferentes a sus ideologías liberales, le dieron un aura incásico a la rebelión (no siendo la primera vez que se expresaban conductas monárquicas en las zonas rurales, nostálgicas al señorío de sus caciques y la protección que recibían en la Monarquía Española con las Leyes de Indias y el Derecho indiano, o el Imperio incaico), y por ello Bustamente debió hacer caso a las proclamas monárquicas que lo consideraban heredero de los reyes incas con la misión de restaurar el imperio incaico, pues varios decían que en su persona el "Tayta Inca había regresado", o no habría podido mantener el liderazgo de despreciar la visión política indígena de corte monarquista.